El árbol se queja de las manzanas, sin preguntarse de dónde salen estas manzanas. Así nos sucede a los argentinos con los políticos en todos los sentidos. Nos quejamos de su corrupción, de la desidia y la incapacidad, pero no reflexionamos que esos políticos no son más que una manzana del mismo árbol.
El comentario viene a cuento de los aumentos que ha habido en los precios en las últimas semanas y que probablemente haya luego de la suba del dólar.
“Vos ponele 30% a todo”. Ese fue el comentario de un proveedor sanrafaelino a un comerciante en los últimos días luego de que el dólar se fuera casi a 14 pesos. Obviamente se refería a que aumentara todo. No importa que la mayoría de los productos nada tengan que ver con el precio de la moneda estadounidense. La cosa es sacar ventaja. Que paguen los otros. No sólo la idea es protegerse de la devaluación en el mismo porcentaje sino incluso aumentarlo aún más.
Admitámoslo. Los argentinos, en una gran porción, somos así. No es más que lo que llamamos “viveza criolla” pero que en realidad es la manera de hacer la trampa una vez hecha la ley. Y lo hacemos porque todos lo hacen. Y nadie lo paga. Impunidad para todos. Este es el grave problema de la Argentina, la falta de control y de castigo correspondiente a todo este tipo de cosas. El peligro de Argentina somos los argentinos.
Desde el partido del ahora presidente Macri antes de las elecciones hicieron circular un mapa de Argentina donde adentro del mismo están representados a escala el mapa de otros países. Así, dentro de nuestro país se ven Japón, Alemania, Noruega, Finlandia y varios países más considerados por la gran mayoría del mundo como desarrollados y ordenados. Ocupando apenas una pequeña parte de Formosa y Chaco, se ve Holanda.
El mensaje que se quiere dar con ese mapa es claro: qué cosa hace que un país donde caben los recursos naturales de una docena de otros países exitosos, viva navegando en el subdesarrollo y las crisis cíclicas. Para una respuesta, relea la primera parte de esta nota.
Por Javier Martín