Laura Zulián
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Marianela Villar (19), reina de la Vendimia de Malargüe, cree que si algo se sueña con mucha fuerza se hará realidad. Y para ella fue así. Porque ser parte de la fiesta máxima de los mendocinos es para la joven un sueño hecho realidad. Sencilla, de profundos ojos marrones, esta chica del sur de la provincia dará batalla para ser la sucesora de Candela Berbel, con quien comparte la misma tierra.
La familia de una de sus amigas le dio la idea de presentarse como candidata. Representó a Río Grande y se llevó 55 votos la noche del 8 de enero en que fue coronada en la fiesta Vendimia, reflejo de mujer.
La solidaridad es uno de los valores que la caracterizan. “Siempre participo en colectas, junto ropa para donar. Después de la elección comenzamos a reunir juguetes junto con las chicas de la corte para repartir entre los chicos que no pudieron recibir para Reyes”, cuenta Marianela.
De hecho, dice que tanto desde su lugar o en el caso de llegar a ser Reina Nacional de la Vendimia tratará de que su reinado tenga como impronta la solidaridad.
La paciencia es otra de las virtudes de la soberana. “La verdad es que no me enojo nunca, excepto con mis hermanos, que son los únicos que lo logran”, dice la chica, que es la mayor de tres hermanos.
“Una problemática social que me preocupa es la de la droga en los jóvenes, hay muchos centros de ayuda y es algo que hay que colaborar para difundir”, comenta.
¿Futuro en política?
Marianela terminó el secundario y este año tiene pensado empezar a estudiar Bromatología en la sede de San Rafael de la Universidad Nacional de Cuyo. Y, pese a que es tímida, admite que es algo que le gustaría cambiar. Por eso, no cierra las puertas a un posible futuro en las pasarelas –en caso de que por sus obligaciones no pueda estudiar– o en la política.
“Sería una propuesta muy interesante participar en política. Me veo en eso”, afirma Marianela sin dudar cuando se le pregunta si quisiera seguir los pasos en ese mundo.
En las redes
Esta soberana asegura que es una usuaria más que asidua de las redes sociales. “Uso mucho el chat de Facebook y Whatsapp también todo el día. Estoy todo el tiempo conectada”, dice Marianela, quien agrega que, en cuanto a las fotos, suele publicar algunas sobre los momentos en los que está con sus amigos o su familia, pero no es amante de las selfies, o las autofotos.
El costado conservador de Marianela viene por el lado de los tatuajes. “Nunca me haría uno, no me gustan para nada”, sentencia la jovencita.
