"La postura del bloqueo no es parte de la esencia del sindicalismo de la CGT. La CGT es un sindicalismo de gestión. Y vamos a encontrar una respuesta a los efectos de no darle la derecha al sector empresario para que ellos determinen si es un bloqueo o no y generar la injuria a favor de ellos porque no corresponde", deslizó el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, al término del encuentro.
Respecto a la posibilidad de un paro, que promueven algunos sectores gremiales, Martínez ratificó que "forma parte de una condición que tienen soberanamente desde la CGT" pero que ahora están "auspiciando la posibilidad de hacer razonar al gobierno nacional que el diálogo no sea bilateral sino tripartito". De la reunión, de hecho, participaron dirigentes gremiales del sector educativo como Daniel Ricci, el secretario general de Aduba.
Otro de los temas que surgió en el cónclave, a horas de la nueva marcha universitaria, fue la situación del sector educativo a partir de la participación de referentes como Luz Marina Jaureguiberry (SADOP); Sergio Romero (UDA); Roberto Fernández (UTA); y Daniel Ricci (FEDUN). El secretario general de la UOCRA definió que se abrió una nueva instancia de negociación, y lo mismo sucederá con el sector del transporte. Así y todo ratificó que marcharán el miércoles junto a las universidades.
En un breve comunicado posterior, Jefatura de Gabinete confirmó la conformación de una mesa tripartita -Gobierno, CGT y empresarios- "para avanzar con diversos temas de la agenda laboral, así como la participación de representantes de la CGT en la conformación del Consejo de Mayo y avanzar con distintos aspectos de la reforma laboral".
De aquel último encuentro de abril hasta acá, Francos fue promovido a la Jefatura de Gabinete y eso cayó bien en la CGT, que lo ven como el interlocutor que reúne todos los criterios para encarnar la voz del gobierno en el diálogo que buscan recuperar. "Tienen muchos interlocutores pero a la mitad después la dejan pedaleando en el aire. No se trata de definir quién es el vocero pero sí conocer con certeza hacia dónde plantean ir", comentó uno de los dirigentes gremiales que formará parte de la delegación cegetista.
Desde la previa estaban confirmados para participar los cosecretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña y daban casi por seguro que el triunviro más crítico del diálogo con el gobierno, el dirigente camionero Pablo Moyano, no sería de la partida, tal como sucedió. Del oficialismo se preveía que también forme parte de la reunión el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y algunos arriesgaban que el asesor plenipotenciario Santiago Caputo, quien estuvo presente en abril, se podría sumar a la mesa. Ambos dijeron presente.
A priori, ninguna de las partes arriesgaba un temario oficial más allá de un ambiguo "retomar el diálogo" e institucionalizarlo a través de una mesa con el Grupo de los Seis empresarial como la que sonaba a principios de año y quedó trunca. Pero hay varios temas donde la CGT quiere poner el foco, y que van desde el debate en torno a los alcances de la reforma laboral -o modernización, como dice el Ejecutivo- a la reforma sindical, donde preocupan capítulos en particular como las obras sociales y su financiamiento.
"Nos hace ruido cuando hablan de modernización laboral. ¿Qué significa? Porque muchos de los convenios colectivos que tenemos ya contienen aspectos actuales como el uso de la inteligencia artificial. Están plenamente vigentes", comentóotro dirigente de la CGT, a El Cronista. En la central están dispuestos a discutir de "modernización" pero "si lo que buscan es una ley que atraviese a todos los CCT en general de forma transversal, entonces lo que aspiran, en realidad, es a neutralizar a un adversario político", agregó.
Para una parte de la CGT, romper el diálogo nunca fue una opción. Lo graficó el secretario general de la UOCRA aunque lidera uno de los sectores más golpeados por las políticas de congelamiento de obra pública de Milei. Martínez incluso aceptó conversar con los libertarios durante la campaña de 2023, cuando las posturas eran mucho más absolutas. También mantuvo contactos con otros candidatos como Horacio Rodríguez Larreta en la previa de las PASO.
En diálogo con la AM 750, este fin de semana, Martínez cuestionó la reglamentación de la reforma laboral por su "improvisación" y "apuro", ya que no se consideraron algunos aspectos que demandaban, como la gradualidad en la sanción por bloqueo, que hoy constituye causa justa de despido. Así y todo, "el diálogo es la llave maestra para resolver los problemas", dijo Martínez.
"Más allá de la distancia que podamos tener con el gobierno, estamos obligados al diálogo", sumó el dirigente gremial al ser interpelado sobre una medida de fuerza convocada por la CGT. Martínez es considerado como uno de los más abiertos frente a los sectores opuestos en la mesa de juego político.
Hace una semana, el titular de la UOCRA participó incluso de una cena privada organizada por un periodista en la que se sentó junto a Cordero, el secretario de Legal y Técnica nacional, Javier Herrera Bravo -que reafirmó su ADN PRO para sorpresa de muchos- y el senador de UP Eduardo "Wado" de Pedro. Allí se buscaron puntos de coincidencia más allá de las diferencias políticas.
Reunión CGT con Francos1.jpg
Los dirigentes dialoguistas de la CGT.
A pesar de la tensión gremial de los últimos días, el gobierno pospuso el tratamiento de un proyecto sobre reforma sindical que promueven el PRO y la UCR bajo el título de "Democratización sindical" en el Congreso. La iniciativa que nuclea los ejes principales de los 27 proyectos que rondan en Legislación del Trabajo -el número 28 es de Yasky y no fue incluido- se postergó a último momento, el martes pasado, cuando se esperaba conseguir dictamen y avanzar al recinto.
La pausa forzada la incluyó La Libertad Avanza. La secretaria de la comisión, Alida Ferreyra, le comunicó al presidente Martín Tetaz que los libertarios no firmarían el dictamen de mayoría sin dar mayores explicaciones. Todas las miradas voltearon hacia un acuerdo de la Casa Rosada con la CGT en vista que el Ejecutivo ya había planteado la voluntad de Francos de reencontrarse públicamente con ellos en los próximos días. Esa cita es la que se concretó ahora.
De hecho, una fuente muy cercana al triángulo de hierro mileísta había deslizado a este medio que la propia reglamentación de la reforma laboral se demoraría hasta pasado este encuentro. Del otro lado, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, enemigo acérrimo de la CGT y todo lo que representa -blocking agents, los denomina- pisó el acelerador y el jueves se publicó el decreto con los dos anexos en el Boletín Oficial.
Ahora las dudas están puestas en el capítulo que corre en paralelo a la Ley Bases aunque en algún momento se pretendió incluirlo. La llamada reforma sindical busca poner techo a las reelecciones de autoridades gremiales -las fija en dos mandatos-; elimina la cuota solidaria salvo el consentimiento de las y los trabajadores no afiliados; garantiza el 25% de la representación de las minorías en los cuerpos deliberativos y ejecutivos de los sindicatos; obliga a presentar declaraciones juradas y autoriza el cambio de obras social cada tres meses.
Esta semana, Diputados ya tiene programa una sesión para este martes donde se debatirá un tema que el Ejecutivo quiere convertir en ley y para el que necesitan del radicalismo: Boleta Única de Papel. El jueves Tetaz puso en calendario otra vez a su comisión. Por ahora no hay garantías que se vaya a alcanzar el quórum y las firmas.
CGT.jpg
Los dirigentes no dialoguistas de la CGT, incluído Pablo Moyano.
En contrapartida, Moyano representa en el triunvirato cegetista a su pata más combativa al punto que no ha interferido en las conversaciones que el gobierno mantiene con otros voceros de la CGT aunque sí ha cuestionado esa negociación en público y privado. En paralelo, parte de esos gremios se unieron la semana pasada en una Mesa Nacional del Transporte para presionar con la posibilidad de un paro nacional el 17 de octubre.
El dato político lo marcó el reencuentro de las dos plataformas que nuclea a estos sindicatos de logística, la CATT y la UGAT, que hace tiempo venían enfrentadas por sus alineamientos políticos dentro del ecosistema gremial. "Veremos cuál es su dinámica", deslizaron a El Cronista fuentes vinculadas al triunvirato dirigencial.