“El vino es parte de la cultura y de la alimentación saludable de los argentinos. La tolerancia 0 es una medida demagógica, que lejos de cuidar a las personas deja libre la mesa de los argentinos al avance de las bebidas industriales edulcoradas con productos nocivos para la salud, como es el jarabe de maíz de alta fructuosa”, advirtió José Alberto Zuccardi, presidente de la COVIAR, y amplió: “Estamos a favor de endurecer las penas para todos aquellos que violan las normas de tránsito, pero estamos convencidos de que este proyecto de ley de tolerancia 0 no logra reducir los siniestros viales”.
En esa línea, coincidió también el presidente del INV, Martín Hinojosa, "la industria y los legisladores están unificados a la hora de defender al vino como alimento en el Congreso y nosotros acompañamos esa defensa y llevaremos esta postura ante las autoridades ministeriales", apuntó.
Ante el contundente planteo de los vitivinícolas, parece consolidarse en una alianza política que superó la famosa grieta, ya que se unieron en contra de la tolerancia 0 tanto legisladores de Juntos por el Cambio como los mismos integrantes del Frente de Todos al que pertenece el diputado Facundo Moyano. Eso ya comenzó a verse la semana pasada cuando coincidieron los legisladores mendocinos en la Legislatura local.
“Esta es la quinta o sexta vez me toca enfrentar proyectos de esta naturaleza. Con el pretexto de la seguridad, donde todos estamos de acuerdo, estamos perjudicando a una industria que tiene que ser próspera y fuente de trabajo y desarrollo para las provincias”, se sinceró el peronista José Luis Gioja, hoy diputado nacional por San Juan.
En la misma línea, el diputado nacional por Mendoza, Omar De Marchi, rechazó la iniciativa de Moyano y propuso redoblar esfuerzos apuntando a que se involucren los gobernadores de todas las provincias vitivinícolas en contra de la tolerancia 0 al volante: “no es viable ni sensato. Hoy en argentina hay 18 provincias que ya tienen desarrollos vitivinícolas. Por esta razón es importante convocar a los gobernadores a que se sumen”.
Al planteo adhirió también Marisa Uceda: “La herramienta de tolerancia 0 es inaplicable y no existe porque es imposible calibrar un alcoholímetro para que de cero", remarcó y pidió “ser más creativos en la búsqueda de soluciones reales”.
Por su parte, Alfredo Cornejo aportó que es más efectivo contra la siniestralidad endurecer las penas a los infractores del límite actual de 0,5 gramos de alcohol en sangre: "Está comprobado que en ningún caso la tolerancia 0 ayudó a bajar la siniestralidad vial. Hay evidencias científicas y estadísticas al respecto. En Mendoza, la tasa de accidentes bajó pero no porque se modificó el límite de 0,5 g/l sino porque se endurecieron las penas y se incrementaron los controles”.