Marcelo Arce
De manera formal, el presidente del PJ, Alejandro Abraham, firmó el viernes –con fecha 15 de diciembre– la convocatoria a elecciones internas para la renovación de autoridades que asumirán en febrero del 2014.
Pero, en medio de la profunda crisis que atraviesa el peronismo mendocino tras la derrota electoral del 27 de octubre, nadie en el oficialismo quiere arriesgarse a un nuevo enfrentamiento interno.
El propio intendente de Guaymallén y futuro diputado nacional confirmó a Diario UNO el llamado a elecciones, aunque no pudo ratificar si éstas efectivamente se harán en la fecha prevista. Se espera que, antes de que Francisco Pérez viaje por China y por Qatar (gira que comenzará el miércoles y durará unos 20 días), los referentes de los principales sectores, el propio Pérez, Carlos Ciurca, Adolfo Bermejo y Omar Félix, definan la postergación de esa interna para marzo.
El PJ debe renovar ahora, además de la presidencia partidaria, decenas de cargos más entre integrantes del consejo y congresales provinciales.
Se viene una cumbre
El clima en el peronismo es tenso pero calmo, luego del golpe en las urnas. Salvo algunas excepciones, como las acusaciones provenientes del sector Azul que fueron acalladas rápidamente por Juan Carlos Mazzón, nadie salió en público a repartir culpas. Es más, se registraron algunos gestos como para descomprimir la situación para que no explote. Uno de ellos lo dio Omar Félix cuando arreciaban –a pesar de las desmentidas del involucrado– las versiones de que Abraham iba a renunciar a su banca de diputado para no dejar Guaymallén. “Si vos renunciás a la banca, yo también lo hago”, le dijo el
sanrafaelino a Abraham.
Pero, más allá de esto, la cumbre peronista que se espera para los próximos días definirá no sólo la postergación de la interna. Antes de que Pérez vuele hacia el exterior se aguarda por su definición acerca de si dará señales de que reconoce culpas por la derrota. Existe un reclamo en el seno del peronismo acerca de cambios de ministros (el de Salud, Carlos Díaz Russo, es el más mencionado), pero también un pedido de rectificación de algunos rumbos.
“Pérez tiene dinamismo, su gobierno no”, es lo que le achacan.Y en este punto se habla de todo: desde cambiar políticas en Salud, Seguridad y Desarrollo Social hasta
“discutir de una vez por todas la matriz productiva de Mendoza. Y en eso también está la minería”, admitieron. En este esquema es clave la posición del vicegobernador: si bien no está detrás de algún ministro, está convencido de que deben rectificarse algunas políticas.
Paco arrancó hacia un solo lado el lunes 28. “La elección fue legislativa y no se puso en juego mi gestión”, dijo, a la vez que dejaba en claro que ningún ministro se movería de su sillón por ahora. Uno de los argumentos que tenía en la mano era una encuesta de su gurú marketinero, Mario Riorda, que le indicaba que, detrás de Julio Cobos, él aparecía como el segundo dirigente mejor visto en la provincia. Pero desde el PJ le acercaron otro sondeo, en este caso realizado por Antonio Di Tomasso, para contrarrestar esta especie de “diario de Yrigoyen”. Allí, Pérez aparecía apenas con sólo el 30% de imagen positiva.
