Nueva cuarentena

Cómo jugó la política con el fantasma de la vuelta a Fase 1

Desde las 0 de este lunes cuando se publicó el DNU 792 hasta las 12 cuando el gobernador desechó la idea de la vuelta a la Fase 1 hubo varios vaivenes políticos

Para el Gobierno provincial la letra chica del nuevo decreto y las restricciones que establecía confinaban a esos 8 departamentos a la temida Fase 1. En cambio,para la Casa Rosada sólo restringía la circulación y las reuniones familiares en domicilios y lugares cerrados en pos de bajar la cantidad de contagios y descomprimir el estresado sistema sanitario.

En el medio de las dos interpretaciones en Mendoza reinó el desconcierto y la incertidumbre de si el decreto provincial replicaría las restricciones del DNU nacional o no. Cientos de comerciantes dudaban en abrir sus negocios por miedo a una multa impagable, y otros tantos operadores de turismo no sabían qué decirle a los pasajeros que tenían alojados o a los que habían hecho reservas, ante la duda de si se daba marcha atrás con el turismo interno.

Recién 12 horas más tarde, el gobernador Rodolfo Suarez despejó la incertidumbre en una conferencia de prensa en la que aseguró negó rotundamente que Mendoza fuera a volver a Fase 1 de aislamiento y detalló que su equipo "hizo una interpretación de un artículo del decreto en el que se establecía que todas aquellas actividades económicas que hubieran estado habilitadas en la anterior fase de aislamiento podrían seguir activas en esta nueva fase", explicó Suarez y precisó que como Mendoza ya había solicitado autorizaciones para varias actividades económicas en aquel momento, podría ahora continuar con esas habilitaciones y no regirían las restricciones en estas tierras.

El anuncio desató varias especulaciones políticas. No faltó quien aseguró que el gobernador estaba enfrentándose a las disposiciones centralistas de la presidencia. Otras, en cambio, surgieron unos minutos antes del anuncio de Suarez, cuando el equipo de comunicación presidencial salió a aclarar que el decreto no imponía a Mendoza a volver a Fase 1, sino que volvía a instalar aquella antigua modalidad de que los gobernadores pidieran autorización al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, cada vez que quisieran avanzar con una nueva habilitación.

"Mendoza fue la única provincia en la que se hizo esa lectura del decreto, en ninguna de las otras 17 eso, ni se habló de volver a Fase 1 en los medios" aseguraron desde el entorno presidencial, atribuyendo todo a una estrategia comunicacional provincial.

Desde el Gobierno provincial retrucaron diciendo que lo que pretendía imponer el decreto era más una sanción política que una prevención sanitaria: "los números de la situación sanitaria muestran que estamos mejor que hace 3 semanas y los contagios se han amesetado" sostenían casi repitiendo los mismos conceptos con los que el gobernador había defendido su postura de no regresar a Fase 1 el sábado pasado.

Como fuere, Suarez logró que el mensaje que quedara latente es que está dispuesto a defender el trabajo y la actividad económica provincial y hasta le trasladó al presidente Alberto Fernández la habilitación o no de las reuniones familiares para el próximo domingo cuando se celebre el día de la madre: "Lo vamos a pedir, veremos si las autorizan o no"dijo dejando esa brasa caliente en manos presidenciales.