Estos términos legales implican que, para la investigación, el juez federal lideró una banda que se dedicaba a cobrarle coimas a presos para que obtengan beneficios –prisión domiciliaria o libertad-. Se cree que ese dinero ilegal luego fue lavado con un incremento patrimonial que no puede explicar pese al importante sueldo que cobra en la Justicia.
Walter Bento arriesga una pena de entre 5 y 41 años de cárcel, pero no quedará detenido ya que primero hay que pasar por un proceso de desafuero.
Otros acusados
La imputación también recayó en la esposa del magistrado de la Justicia Federal, Isabel Boiza, quien fue acusada formalmente por lavado de activos y enriquecimiento ilícito. La mujer también quedó en libertad.
Los otros presuntos integrantes de la asociación ilícita y que fueron detenidos en allanamientos -excepto uno, según trascendió- fueron tres abogados: Alejandro Matías Aramayo, Martín Ríos y Luciano Ortego –este último tiene un parentesco con Carlos Menem y ha sido investigado por estafar a una clienta-.
La Fiscalía sostiene que el trabajo de los letrados era comenzar a representar legalmente a ciertos presos en causas que eran instruidas por el juez Walter Bento. El puente para hacer llegar las coimas al magistrado era Diego Aliaga, el hombre desaparecido y luego encontrado asesinado a mediados del año pasado.
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Se sigue discutiendo si el crimen de Diego Aliaga debe pasar de la Justicia Federal a la provincial.
También hay un puñado de presos imputados por cohecho activo. Hay varios de la megacausa de contrabando que tiene en su lupa a varios empresarios y también el presunto financista de una narcobanda, Walter Badinella Donoso, cuyo teléfono celular fue clave para avanzar en la causa por coimas.
El hilo de Ariadna
El testigo clave en la causa por coimas para beneficiar a presos es Diego Barrera, el asesino confeso de Diego Aliaga. Cuando este último estaba desaparecido, su socio declaró como testigo y aseguró que Diego Aliaga "arreglaba con los jueces y sacaba presos". Semanas después, con el hombre ya imputado como uno de los secuestradores y asesinos, volvió a declarar y ratificó su denuncia, aunque sin dar nombres concretos.
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Diego Barrera, testigo clave para la Justicia Federal.
A principios de febrero pasado, Diego Barrera declaró en la causa de las presuntas coimas durante tres horas y brindó más detalles que fueron claves en el expediente.
A esta altura de la causa ya había varias filtraciones en el edificio de Tribunales Federales. Tal es así que Walter Bento se presentó con el mediático abogado Mariano Cúneo Libarona y pidió ser parte del expediente. En varias instancias, sus colegas le negaron la posibilidad explicando que no estaba imputado –hasta ese momento-.
Incluso trascendió que Bento se apersonó con escritos en una serie de dependencias gubernamentales –ATM, Migraciones, Registro de la Propiedad- pidiendo que le informaran si alguien había pedidos datos sobre su patrimonio.
Ahora, con la bomba detonando el edificio de calle España, se espera que comience una larga batalla judicial de la que irán trascendiendo mayores detalles sobre las varias fojas que integran el expediente penal más caliente de los últimos años en la provincia.