El ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Zaffaroni, advirtió hoy que la imputación a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se vale de figuras penales que retrotraen al nazismo y a la persecución de sindicatos, y atribuyó al gobierno de Mauricio Macri las pérdidas por la operación de dólar futuro. "Hay curiosidades penales, coincidencias, que si a veces no dicen mucho, llaman la atención. En este sentido, vale la pena recordar la genealogía de las fórmulas legales que hoy se usan para llamar a indagatoria a Cristina Fernández de Kirchner", aseguró el penalista en un artículo de opinión que publica hoy el diario Página12. Zaffaroni, con quien Cristina Fernández se reunió ayer a la tarde, recordó que la "administración fraudulenta" fue incluida en el Código Penal argentino por Onganía, en 1967, copiada de un artículo del Código alemán que fue introducido por la reforma nazista de 1933, con el nombre de Untreue, que en alemán significa infidelidad, y que determinaba que "todo delito era una forma de infidelidad a la comunidad del pueblo cuyo intérprete máximo era el Führer".
"Lo que esta disposición pena es que alguien que tiene a su cargo la administración o manejo de bienes o intereses ajenos, los perjudique intencionalmente para causar daño o para obtener beneficios para sí o para otros", sostiene el especialista, y atribuyó al actual gobierno y su política económica la pérdida que representó la operatoria de dólar futuro por la que se imputó a la ex mandataria. Para Zaffaroni el delito del actual gobierno fue "no haber evitado o paliado el daño, habiendo anulado las operaciones a futuro, renegociado esas operaciones o abandonando más gradualmente el control cambiario".
"Ni el propio juez que lo imputa trató de evitar que se consume el daño interrumpiendo las consecuencias", soltó.
Según el planteo de Zaffaroni, la pérdida se produjo porque "se pasó del control de cambios al dólar flotante, de Keynes a Milton Friedman", y porque "no era previsible el advenimiento de una administración adoradora del mercado, que enciende velas en el altar de Friedman".
"Esta conducta de la propia Justicia sería algo así como ocuparse exclusivamente de pretender imputar a un secuestrador, pero al mismo tiempo dejar a la víctima atada en el sótano. Cuando un juez se halla en presencia de un delito, lo primero que debe hacer es interrumpir en lo posible sus efectos", consignó.
Zaffaroni se preguntó quién incurría en "infidelidad", y aseguró que "si hubo un infiel, es claro que no fue Cristina".
En cuanto a la otra figura penal por la que se imputa a Cristina Fernández, la de la asociación ilícita, dijo que era "inconstitucional", y recordó que fue introducida en 1903, en tiempos de Roca, copiada de códigos europeos en los que se utilizaba para sancionar sindicatos cuando la huelga aún no era un derecho, sino un delito, que consiste en "formar parte de una asociación o banda de tres o más personas destinadas a cometer delitos por el solo hecho de ser miembro de la asociación".
"Cualquier abogado o empleado de tribunales sabe que hay pocas condenas por esta figura, pero que sirve para incluirla en los procesamientos, con el objeto de negar excarcelaciones", sugirió Zaffaroni.
Explicó que para que sea una asociación ilícita debería tratarse de "una banda destinada a cometer delitos en forma indeterminada, y no para uno o varios delitos en particular", e ironizó que no sería "muy racional pretender que la política de control de cambios es un delito, que quienes la llevan adelante son siempre una banda criminal, y que Lord Keynes sería el instigador (si estuviese vivo)".
"Mucho más racional sería pensar que no guarda fidelidad con los intereses que le fueron confiados quien deja flotando el dólar de la noche a la mañana, sabiendo que su precio va a dar un salto considerable, sin tomar ninguna medida que neutralice o disminuya el daño para el Banco Central", concluyó.