Cuando menos lo esperaba, el gobierno argentino tuvo un guiño desde Gran Bretaña que podría destrabar parte de los pagos a bonistas congelados por el juez de Nueva York Thomas Griesa. Ocurre que un magistrado del Reino Unido convalidó en parte un reclamo de George Soros y otros inversores y afirmó que la deuda nominada en euros está bajo jurisdicción inglesa y que el Bank of New York (BONY), que tiene retenido el pago correspondiente a los vencimientos del 30 de junio pasado, podría estar violando el contrato de fideicomiso y su obligación hacia los tenedores de bonos reestructurados.
A pedido de Soros y otros, la justicia del Reino Unido aceptó jurisdicción sobre la deuda en euros. El ejecutivo espera que obligue al BONY a pagar para aislar a holdouts.