"Ese disparo no llegó a comprometer su vida, ni a derribar a la víctima", dijo Moreira.
Para el legista, el disparo que le empezó a provocar la muerte a María Marta fue "el segundo", ubicado en la región parietal izquierda de la víctima, y en cuyo orificio los médicos emergentólogos metieron sus dedos, de acuerdo a lo incorporado a la pesquisa.
A su vez, Moreira alificó al médico imputado de encubrimiento, Juan Ramón Gauvry Gordon, como un "ignorante" y si bien afirmó que pudo no haberse dado cuenta de que la víctima había sido asesinada a balazos, sí debió haber convocado a la policía.
"Realmente no haber llamado a un médico legista en ese momento fue un injuria. Yo hubiera encontrado mil elementos. La oportunidad era el lugar del hecho, después de 36 días hicimos lo que pudimos", dijo.
El experto agregó que la obligación de Gauvry Gordon era "certificar el óbito y solicitar la intervención policial".
"El médico no debió pero pudo haberse equivocado. Me consta que los médicos que no siguen esta especialidad (legista) tienen una profunda ignorancia en materia de lesiones", dijo Moreira en otro tramo de su declaración.
"No dudó y pudo haberse `comido` cualquier cosa", agregó en referencia a que es posible que Gauvry Gordon haya avalado la teoría del accidente en la bañera.
Todos los comentarios fueron aprovechados por el defensor de Gauvry Gordon, Gabriel Becker, para dejar constancia en actas, ya que su estrategia es demostrar que no hubo dolo sino ignorancia en el accionar de su cliente.
Fuente: La Nación y Télam