"Estoy cansado de la corrupción del Ministerio de Trabajo", dijo Corvalán en declaraciones a la radio Latina, tras confirmar su renuncia, y agregó: "Tomada sabe bien de qué hablo y, si el cree que estoy equivocado, que lo desmienta".
Al respecto, el dirigente descartó que quienes hayan arrojado al vacío al motociclista, que sufrió heridas graves en la cabeza y en las piernas, hayan sido trabajadores del SUPA, pese a que en las imágenes de televisión se observa a manifestantes de ese sindicato golpeando al conductor.
"No. Eran pibitos que vinieron de la villa, que no tienen ni 15 años. Nosotros fuimos, como estaba planeado, a hacer una protesta para reincorporar a once trabajadores en la empresa, que los tenía en suspenso, prácticamente para el despido. Pero aparecieron infiltrados de la villa", dijo Corvalán.
Agregó que "el muchacho de la moto" que resultó atacado "salió de los edificios de adentro, de los monoblocks" de la villa y admitió que, por eso, la protesta "se les fue de las manos". "Fue una pelea de ellos, de la villa, que se conocen. Por eso cuando vi toda esta imagen dije: levantemos todo esto, que no es lo que estamos buscando ", argumentó el sindicalista.
La protesta había empezado minutos antes de las 7:00 en el puente Avellaneda, debido a que a once trabajadores portuarios, que pertenecían al sindicato de guincheros y maquinistas de grúas móviles, se afiliaron al SUPA y por eso no se les permitía trabajar, lo que el sindicato de Corvalán calificó como un "virtual despido".
Sin embargo, el Sindicato de Guincheros y Grúas Móviles ratificó en un comunicado que "no hay despidos de trabajadores en la terminal portuaria de Exolgan", denunciaron que los cortes son "de carácter político" y pidieron la "intervención urgente del Ministerio de Trabajo y de la Justicia para aplicar las sanciones correspondientes".
"Desde el SUPA deben responder por sus manifestantes y acciones, la sociedad no puede estar indefensa frente a esto. Ahora los victimarios quieren victimizarse, la justicia debe investigar", sostuvo el secretario general de guincheros, Roberto Coria, en alusión a la renuncia de Corvalán.
Además del incidente con el conductor y su novia, que está embarazada, los sindicalistas agredieron a un camarógrafo del canal de noticias Crónica TV, que intentó registrar la golpiza. Corvalán afirmó que, pese a que se levantó la protesta en el puente Avellaneda, el paro de los portuarios continuará "hasta que se reincorpore a los once trabajadores" y que ese será su última actividad como secretario general de SUPA.
"Renuncié al sindicato. Estoy cansado de la corrupción, de que vos venís a hacer lucha al Ministerio y te lo sacan. Por amiguismos. Y me hago cargo de lo que digo. O porque alguien apuesta más fuerte. Y yo no voy a poner plata para conseguir algo", dijo Corvalán, y agregó: "A mí no me pidieron (coima), pero sé que ponen".
"Todo este despido que hubo lo organizó la empresa con el Ministerio de Trabajo", denunció el gremialista, que conduce el SUPA desde 2005, y agregó: "Yo soy un laburante, agarré un gremio por una necesidad que había, porque las privatizaciones casi lo hicieron desaparecer. Uno luchó para recuperar todo esto. No quiero saber más nada".
Dijo, además, que puede demostrar "delante de Tomada todo lo que firmó en contra" del SUPA y en beneficio de otros gremios y señaló: "Lo que yo he ganado en el puerto en elecciones vengo y lo pierdo en el Ministerio de Trabajo. Y no quiero poner más en riesgo a los trabajadores, parando, parando y parando. Después viene la empresa, hablan con el Ministerio, empiezan las suspensiones de los míos, despidos y a seguir siempre con lo mismo".
Fuente: NA