El hombre se acercó a la justicia al darse cuenta que la empresa le había "habilitado más de 435 líneas telefónicas solicitadas por terceros a su nombre sin adoptar las precauciones suficientes para evitar esa anómala situación y por la falta de una pronta respuesta de la empresa a fin de hacerla cesar y evitar consecuencias perjudiciales".
Según el expediente, el martillero había reclamado además por una dolencia psíquica, y el fallo, que favoreció teniendo en cuenta las molestias que padeció, además reconoció la responsabilidad parcial de la "dolencia psíquica detectada" en su cliente.
"El hecho que se investiga en autos representa una concausa de la afección detectada", dice uno de los párrafos de la resolución.