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La alerta surgió del hospital Enfermeros Argentinos, de Alvear, y se relaciona con incidentes que afectan a menores. La ingesta de productos tóxicos, como medicamentos, lavandina o insecticidas, encabeza la lista. Todo es prevenible

Recomiendan cuidados para evitar accidentes domésticos

Por UNO
Los accidentes caseros suelen parecer nimiedades porque en los hogares donde hay niños abundan ese tipo de situaciones. Sin embargo están entre las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo.

En el centro de estadísticas del hospital Enfermeros Argentinos fijaron la atención en lo que parecía una mayor afluencia de pacientes con alguna afección producto de incidentes en la casa y resultó que en 2014, de las 17.221 consultas pediátricas en la guardia, 3% fue por un accidente en el hogar.

Pero cuando comenzaron a indagar con mayor profundidad se encontraron con que el 11% de los niños accidentados que recibieron atención médica de urgencia fue por ingesta de productos tóxicos.

A la cabeza de la estadística están los medicamentos y les sigue de cerca la lavandina. Después aparecen los hidrocarburos y más atrás, otros artículos empleados en la higiene del hogar y también insecticidas.

De los datos elaborados por el departamento de estadísticas del hospital sureño surgió que la cantidad de pacientes pediátricos con una ingesta tóxica se ubicaron en el rango de 1 a 5 años y otro dato significativo a tener en cuenta es que el 67% fueron niñas.

Para bien de los menores, en sólo tres casos la gravedad del cuadro  requirió de internación, mientras que el resto fue resuelto con la atención ambulatoria.

“Lo de los niños que llegan a los hospitales por haber sufrido un accidente en la casa es un drama frecuente y puede ser muy grave porque aunque no se le da la importancia que el caso amerita; ese tipo de accidentes puede causar la muerte. Es la segunda causa de mortalidad infantil”, remarcó la pediatra y neonatólogo Daniela Carmona.

La especialista alvearense, que estuvo hasta hace poco cumpliendo funciones en el hospital alvearense y actualmente se desempeña en el   Notti, hizo hincapié en simples recaudos que deben tomar los padres.

“Estos son los únicos casos que son totalmente prevenibles, no hablamos de un accidente de tránsito sino que con mínimos cuidados, como alejar los productos del alcance de los niños, es suficiente”, insistió.

Tratamientos

Comprar artículos sueltos puede resultar cómodo para el ama de casa y beneficioso para el bolsillo pero podría convertirse en un arma de doble filo.

Los productos de limpieza que se venden en botellas de gaseosa o agua mineral tienen un atractivo particular para los más pequeños.

“Muchos de esos productos son muy llamativos a la vista y otros   simplemente parecen agua. Por eso hay que tenerlos en lugares altos y cuando ocurre una situación no deseada es importante no entrar en pánico y acudir de inmediato a un hospital”, dijo la pediatra.

Las ingestas medicamentosas requieren como primera acción terapéutica inducir el vómito y el lavaje gástrico puede acompañar el tratamiento. Pero a la inversa de la creencia popular, en las intoxicaciones con lavandina “provocarle vómitos al niño no es la opción correcta y puede provocar aún más daño en el cuerpo”.

Al ser un elemento cáustico “quema cuando entra en contacto y provoca una úlcera. Por lo general el niño lo escupe pero si llega a tragar un poco al hacerlo vomitar el líquido vuelve a realizar el recorrido por el cuerpo y sigue causando daño. En esas situaciones es necesario darle abundante agua. Lo mismo es para los artículos combustibles como la nafta o el querosén”, agregó Carmona.