País

Loly, otra víctima de tráfico

Por UNO

SAN MARTÍN– Una mona carayá de unos cuatro años fue descubierta en el patio de una casa de Rivadavia. La familia que la tenía encerrada en una jaula justificó que la había encontrado en la ruta. Los animales exóticos llegan a la provincia ocultos en las cargas generales de los camiones y se venden en la zona o se llevan a Chile. Un mono carayá, capturado apenas nacido y para lo cual los cazadores deben matar a la madre, se paga $3.000 en Mendoza. Hace casi un año habían encontrado otro ejemplar en Chapanay, que terminó muriendo meses después luego de una serie de incidentes.

Una llamada al 911 alertó el lunes que en una casa del barrio rivadaviense Los Carrizales había una mona enjaulada. Desde la Policía Rural y Recursos Naturales Zona Este confirmaron in situ la veracidad de la denuncia. En una jaula de 1,20 por 0,60 metros había una mona carayá, a quien se había bautizado como “Loly”.

Quienes la tenían dijeron que tiempo atrás la habían encontrado en la ruta, aunque la policía duda de esta versión ya que es muy complejo atrapar a este tipo de animales cuando son adultos.

Tienen precio

Jorge Mesa, responsable en la Zona Este de Recursos Naturales, dijo ayer que “hay un ingreso continuo de animales exóticos a la provincia”.

Las investigaciones realizadas por esta dependencia establecieron que los monos carayá se venden en Mendoza a $3.000 y que también cotizan por sobre $1.500 los papagayos y los tucanes, que conforman el tráfico ilegal más frecuente.

“En el Norte argentino, Paraguay y Brasil se está pagando $50 por cada ejemplar de mono carayá. El camionero que los trae a Cuyo cobra unos $400 y el ejemplar se vende a $3.000 aproximadamente.

Loly se encontraba ayer bajo una fuerte crisis nerviosa. “Se niega a comer y beber desde hace dos días, y si no supera este estado morirá”, dijo Mesa, quien informó que el animal será ubicado en el Zoológico provincial, donde intentarán integrarlo a los demás ejemplares.

El 13 de octubre de 2010 un mono carayá macho de cinco años fue detectado en la copa de un árbol en Chapanay.

Un grupo de niños le estaba arrojando piedras cuando llegó la policía. Cuando los efectivos de Cuerpos Especiales intentaban capturarlo el simio rasguñó a un efectivo y le mordió la oreja a otro, seccionándole la mitad del pabellón.

El animal estuvo en el zoológico durante dos meses, en donde se lo mantuvo aislado del resto para que no fuera atacado por sus congéneres.

Una noche desconocidos lo robaron y unos días después apareció muerto en el fondo de una casa de calle Lautaro, en Godoy Cruz.

Los veterinarios establecieron más tarde que el animal había muerto por estrés, como consecuencia del acoso de los humanos.