similar al que se desató en Mendoza acerca de qué hacer con los delincuentes sexuales. Esto a raíz de que los diputados justicialistas Alberto Monti y Jorge Lagna presentaron enla Cámara baja santafesina un proyecto que contempla este tipo de tratamiento en forma voluntariapara violadores, abusadores y pederastas, tal como selee en UNO de Santa Fe. La iniciativa apunta, según sus impulsores, a reducir los índices de reincidencia de losdelitos de índole sexual. Para esto crea un programa de prevención, que funcionará en el ámbito delMinisterio de Seguridad, al que se derivará a las personas con sentencia condenatoria firme pordelitos contra la integridad sexual. Los profesionales que participarán de este programa serán,justamente, los encargados de administrar el método de castración química previo consentimientoinformado de los pacientes.
Un tratamiento para reducir la líbido La castración química es un tratamiento farmacológico que inhibe la producción detestosterona, reduciendo la líbido y la actividad sexual. Según explican los autores del proyecto, "estos fármacos se utilizan desde 1946 para impedirla reproducción del cáncer de próstata. Para esto se utilizan dos tipos de drogas: la ciproteronaque baja la producción de la hormona entre 90 y un 95 por ciento; y el acetato leuprolida que labloquea en un 99 por ciento. Las consecuencias de este método son la disminución del deseo sexual yde las erecciones, así como la reducción de pensamientos eróticos y del grado de violencia quesuelen caracterizar a estas personas".
Los santafesinos planean que la castración sea voluntaria De acuerdo a la propuesta, el programa para la prevención de la reincidencia de autores dedelitos de índole sexual estará constituido por un equipo interdisciplinario del que participaránsexólogos, endocrinólogos, psicólogos y psiquiatras. Y el suministro de fármacos deberá actuar comocomplemento de un "adecuado" tratamiento psicológico. El organismo será "de carácter civil, nopunitivo, y tendrá por objeto garantizar mayor seguridad pública, tratando que los autores dedelitos de índole sexual puedan tener una normal convivencia con la comunidad, no presentándosecomo peligro para la misma ni para sí mismos". Además, se aclara, la castración química se aplicará "de manera voluntaria a todas aquellaspersonas que hayan cumplido en forma total y completa su condena por sentencia firme" relacionada adelitos de índole sexual como violaciones o abusos sexuales. Por esto, los diputados justicialistasseñalan que "no se trata de un castigo, ni una pena que se impone al delincuente sexual, dado quesu implementación sería posterior al cumplimiento de su pena". En Mendoza, después de un mes de polémica, que incluso llegó a los medios nacionales, seresolvió que se aplicará lacastración sólo si el preso así lo pide por escrito.