Carola Labrado, la madre de la niña de 11 años, fue trasladada al lugar del hallazgo, donde se montó un impresionante operativo policial. El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, junto a su ministro de Seguridad, Carlos Casal, llegaron en helicóptero a los pocos minutos de haber encontrado el cuerpo.
Semejante operativo policial tenía una justificación: podía ser Candela. Durante esos momentos, el fiscal Federico Nieva Woodgate aproximó más las sospechas y hundía las esperanzas: “El cuerpo encontrado es el de una nena y tiene la edad aproximada que la de Candela”. Y agregaba que llevaba tres días sin vida. Los primeros testigos incluso decían que el cuerpito estaba semidesnudo y con su cabeza destrozada.
Pero los detalles casi ya no importaban, sólo restaba una confirmación. Un policía dijo que Carola Labrado había reconocido a su hija. Sin embargo, era extraoficial, había que tener cautela.
Finalmente, la peor noticia llegó. La mamá de Candela, ya en el lugar, reconoció el cuerpo en presencia de Scioli al grito de "¡Me mataron a mi hija!" y entre llantos aseguró que hacía 48 horas recibió un llamado de desconocidos que le exigían el pago de una deuda.
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Operativo policial en el lugar donde se encontró los restos de una menor asesinada.
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Candela Sol Rodríguez
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