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Va a declarar la víctima, quien a los 16 años fue engañada y rumbo a Santa Cruz supo que sería una esclava sexual. Susana Trimarco y la Fundación María de los Ángeles asisten a la joven. Sus dichos serán de alto impacto social.

Juzgan a dos mujeres por trata en la tierra de Marita Verón

Por UNO

Una joven tucumana que en 2008, a los 16 años, fue rescatada en una terminal de ómnibus en Córdoba mientras era trasladada bajo engaño a Santa Cruz para su explotación sexual, dará testimonio hoy en el juicio oral y público contra dos mujeres imputadas por el delito de trata de personas.La víctima estará acompañada por Susana Trimarco, madre de Marita Verón, cuya causa –anterior a la sanción de la Ley de Trata– no pudo juzgar ese delito complejo, pero puso al descubierto todos sus mecanismos.

La adolescente que llevaban bajo engaño a trabajar a la Patagonia supo durante el viaje que en realidad su destino era la explotación sexual y logró alertar mediante mensaje de texto a un familiar, que dio aviso a la policía e interceptaron el ómnibus en la parada que tenía programada en la terminal de la capital cordobesa.

Según la fiscal “ad hoc”, el juicio que se inicia hoy será “vital para la sociedad tucumana, que sabrá que también en esta provincia se juzgará la trata de personas, un delito propio de la criminalidad organizada”.

Las acusadas son Verónica del Jesús Olivera, una tucumana que se encargaba de captar y trasladar a las víctimas, y Ana Alicia Tavianski, propietaria de prostíbulos en Puerto San Julián, ciudad costera ubicada 350 kilómetros al norte de la capital santacruceña, donde explotaban sexualmente a las adolescentes. García Salemi estimó que pedirán para las imputadas la pena máxima, de 10 años de prisión, y explicó que en un delito de estas características contar con un testigo esencial es muy importante, y por eso hay expectativas de que “se haga justicia”.

“La testigo esencial, al ser también víctima, aporta datos valiosísimos porque fue objeto de ese delito y pudo salirse de la estructura que la sometió”, señaló la integrante del Ministerio Público Fiscal.

Agustín Aráoz, del equipo de asistencia a las víctimas, dijo que “la joven busca justicia y su testimonio será un aporte valioso para comprender los mecanismos de un delito que sigue marcando la vida de miles de jóvenes en todo el país”.

La víctima, que fue asistida por psicólogos y abogados de la fundación todos estos años, “está entera y busca cerrar este doloroso capítulo aportando su testimonio. “El delito de trata no siempre utiliza la fuerza. No es común que se secuestre a la víctima; para convencer se recurre al engaño”, explicó Aráoz.