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Los vendedores locales de estas pipas dicen que la costumbre se disparó con la difusión de novelas turcas en los adultos. En los jóvenes, la demanda aumentó ciento por ciento en el último año. Opiniones profesiona

Fumar con narguile: una moda, entre los placeres y los riesgos

Por UNO

“Narguile” es una palabra turca y el nombre que recibe una pipa de agua para fumar, muy usada por los orientales. Siempre estuvo presente en Occidente, pero lo cierto es que por diversos motivos, en los últimos años, los vendedores locales de tabaco y productos vinculados señalan el incremento significativo de la demanda de este dispositivo en personas de distintas edades. 

También, algunos profesionales advierten sobre los riesgos, que no son más ni menos que los vinculados con el consumo de tabaco en sí .

Sebastián Sgabussi, dueño de Exquisitos Placeres, un comercio tradicional en la ciudad en la venta de tabaco, cigarros importados y vinos, en diálogo con Diario UNO aseguró que en el lapso de un año se incrementó un ciento por ciento la demanda de estas pipas de agua. Y estimó que actualmente venden un promedio de 15 narguiles por mes.

También explicó que ellos proveen los repuestos para cuando alguna parte del dispositivo se rompe.

“Es increíble –describió Sgabussi–. Nos vimos obligados a incrementar la cantidad y variedad de narguiles y tabacos porque cada vez nos piden más. Fundamentalmente, los jóvenes entre 18 a 25 años. A veces se juntan entre dos o tres y compran uno. Sucede que a diferencia de fumar cigarrillos, que es un acto más individual, les permite compartir, reunirse, o hacer la previa en la casa de alguien”. 

La tendencia también ocupa a los padres. Si bien estos adolescentes son ya mayores de edad, los primeros conjuran sus temores con preguntas. “Muchas veces vienen los padres a preguntarnos qué son, si son seguros y cómo funcionan, un poco temerosos, antes o después de que los compraron. Nosotros les explicamos que no son ninguna rareza, cómo se usan, la composición de los tabacos y, cuando nos plantean si son mejores o peores que los cigarrillos, ahí ya les aconsejamos que consulten con un médico”, agregó.

“Con los adultos pasó algo particular –diferenció Sgabussi–. Desde que comenzaron a verse telenovelas turcas venían y consultaban. Se los terminaban llevando para fumar o bien de adorno. Veían a los protagonistas de Las Mil y una Noches usándolos y ellos también querían tenerlos. De un momento a otro, por una u otra razón, se pusieron de moda”.

 —¿Qué tipo de tabacos se usan y quién los provee?

—Hay algunos pocos importadores, de Buenos Aires. Nosotros tenemos unos 50 tabacos distintos a la venta entre mentolados, frutados, doble frutados, sabor chocolate, capuchino, o a base de muchas esencias. El tabaco es muy particular, muy húmedo. No podrías armar un cigarrillo con él. La nicotina que tienen en general es de 0,05 por ciento. Si me preguntan si tienen o no tabaco, nosotros les decimos que sí. Y entre los que los consumen hay miradas divididas: algunos dicen que son casi inofensivos en comparación con los cigarrillos y otros que no tanto. Pero insisto en que eso debe siempre informarlo un profesional de la salud porque todo el mundo sabe que fumar es perjudicial. Insistimos en eso. 

Cautivados por Onur y Sherezade 

Hipnotizados por la cultura de Turquía, en Buenos Aires dicen ver desde el año pasado un inédito y creciente interés por las costumbres, gastronomía, arte y objetos decorativos propios de ese país.

Los medios nacionales hicieron referencia a ese fenómeno y al dato de que en sitios como despegar.com las consultas y la demanda de pasajes y paquetes para ese país aumentaron 250 por ciento.

Esto habría sido acompañado del creciente uso de narguiles (de hecho en bares temáticos y típicos de esta cultura se ofrecen a quienes quieran fumar).

La tendencia a consumir tabaco utilizando esta pipa de agua ingresó también en el país en las reflexiones de la agenda de salud.

Uno de cada tres universitarios

De hecho, especialistas en control del tabaquismo alertaron en un encuentro el 6 de abril pasado sobre el crecimiento en la Argentina del consumo de pipa de agua, “un dispositivo para fumar muy expandido en otras regiones y que se está utilizando cada vez más en nuestro medio”, expresaron durante las Primeras Jornadas sobre Avances en Control de Tabaco del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, un encuentro científico que reunió a referentes de la temática del país y del exterior.

Durante la reunión, se presentaron los resultados de un sondeo realizado sobre más de 1.700 estudiantes universitarios de la ciudad de Buenos Aires, que reflejó que uno de cada tres (27 por ciento ) había fumado en pipa de agua al menos una vez, mientras que entre los fumadores ese valor trepaba al 40 por ciento.

Bares específicos

Respecto de su conocimiento sobre la existencia de bares específicos para fumar pipa de agua, dos de cada 10 (18,7 por ciento ) respondieron que conocían alguno, y el 7,3 por ciento los había visitado alguna vez para fumar. 

Llamativamente, cuando se les preguntó si fumar con pipa de agua era perjudicial para la salud, tres de cada 10 (29 por ciento ) respondieron negativamente, y uno de cada cuatro (39 por ciento ) consideraba que representa menos riesgo que el consumo de cigarrillos convencionales.

El trabajo denominado “Conocimiento y consumo de Narghile entre universitarios en CABA: un estudio descriptivo”, fue llevado a cabo por el Centro de Investigaciones de Enfermedades No Transmisibles (Cienta) entre junio y julio de 2015 e indagó sobre 1.709 estudiantes (edad promedio 22 años) de las facultades de Medicina, Psicología, Abogacía, Ciencias Económicas, Farmacia y Bioquímica y Odontología de la Universidad de Buenos Aires. 

Su objetivo principal fue conocer el porcentaje de consumo de pipa de agua en esa población y evaluar el grado de conocimiento sobre el riesgo a la salud de su utilización y sobre la existencia de lugares en CABA adonde fumar mediante este sistema.

 “Entre los resultados, nos sorprendió por un lado la alta prevalencia de tabaquistas en la población encuestada (34,7 por ciento ), y luego ver que el 27,2 por ciento había probado pipa de agua. Pero lo que más nos llamó la atención, en una población con elevada formación académica, fue que cuando se les preguntó por su percepción de riesgo entre el consumo de tabaco y el de shisha, cuatro de cada 10 (39 por ciento) respondieron que con la pipa de agua el riesgo para la salud era inferior”, manifestó Darío Marsicano, médico cardiólogo y presidente de Cienta.

El consumo puede ser mayor al pensado

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), fumar en pipa de agua implica un consumo de tabaco mayor al que suele producirse cuando se fuma un cigarrillo.

“El fumador de cigarrillos suele pitar entre 8 y 12 veces durante unos 5 a 7 minutos e inhala entre 0,5 y 0,7 litros de humo, mientras que un fumador de pipa de agua realiza entre 50 y 200 pitadas en un lapso de entre 20 y 80 minutos e ingiere entre 0,15 y 1 litro de humo por pitada. Es decir que, en una sesión, el fumador de pipa de agua inhala el equivalente a 100 cigarrillos (o más)”.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, “la pipa se compone de un tubo de bronce macizo donde se deposita el carbón y se produce la combustión de un tabaco especial que ya se compra mezclado con manzanas, rosas, limón, naranja, etcétera; una botella o recipiente que contiene el agua (en algunos casos vino) que actúa a manera de filtro, y una manguera o boquilla que traslada el humo”.

“El tabaco que se quema en la parte superior, pasa a través del agua burbujeante, para ser aspirado a través de la manguera. Como el humo que se aspira suele ser aromatizado y más suave que el humo de un cigarrillo, la gente tiene la falsa impresión de que este humo es inocuo”, asegura el organismo.

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Ameno. Los jóvenes encuentran una excusa más para reunirse y probar los distintos tabacos. Algunos adultos los compran como adorno.
Ameno. Los jóvenes encuentran una excusa más para reunirse y probar los distintos tabacos. Algunos adultos los compran como adorno.