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El ex jefe de Gabinete se refirió a una parte del libro biográfico sobre la presidenta escrito por Sandra Russo y en el cual, según los adelantos que trascendieron, coloca a Fernández como voceros de Cobos y de Clarín. Los dichos que enojaron a

"Es insólito que Cristina me llame traidor", consideró Alberto Fernández

Por UNO

El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández consideró este miércoles "realmente insólito" que la presidenta Cristina Kirchner lo haya calificado como "traidor" y "vocero del destituyente Grupo Clarín” en el libro biográfico que escribió la panalista de 6,7,8 Sandra Russo.

"Aunque sea la presidenta, no tiene derecho a tergiversar la realidad de este modo. No me voy a callar: eso que dijo no es cierto. A uno le duele ver que ha dedicado tantos años de su vida a trabajar lealmente y descubrir estas cosas", indicó el ex funcionario.

Consultado por Radio Mitre sobre si tuvo que ver con evitar la renuncia de la presidenta la mañana después del "voto no positivo de (el vicepresidente Julio) Cobos" por la resolución 125, Fernández respondió: "Siempre evité hablar de ese tema. La presidenta sabe mejor que nadie que nadie hizo más en ese momento, en ese instante, para que no ocurriera lo que los destituyentes querían que ocurriera".

"Por eso me duele profundamente todo lo que dijo. Aunque la presidenta haya violado alguna regla de elemental lealtad, no pienso violarla yo. Me parece definitivamente insólito que me pongan como vocero de los supuestos desestabilizadores, que supuestamente soy vocero de los destituyentes", prosiguió.

El libro, que saldrá a la venta el primero de agosto, incluye una extensa entrevista a Cristina Kirchner, en la que, entre otros temas, asegura que en 2008 "me quisieron destituir".

Las declaraciones que enojaron a Alberto

El domingo, Página12 publicó un adelanto del libro con algunas citas textuales de las entrevistas entre Russo y la Presidenta.

En cuanto a su reelección, Cristina declaró: "A mí en el 2008 me quisieron destituir. Sí. No tengo ninguna duda. No habían querido que fuera yo la candidata. Fundamentalmente el Grupo Clarín. Magnetto lo había ido a ver a Néstor a Olivos y le había dicho que no me querían como candidata. Se lo decían a todo el mundo".

Y agregó: "Preguntale a Florencio Randazzo, pedile que te cuente cómo era, cuando él estaba convencido de que iba a ser yo la candidata, Felipe Solá le decía 'No, eso se cae, mirá que yo hablo con Alberto Fernández y me dice que eso se cae'. Y Randazzo le decía 'pero mirá que yo hablo con Néstor y es la candidata', y el otro le insistía que no, que yo no era. El Grupo estaba ejerciendo mucha presión, eso yo lo sabía. Lo que no sabía era que el vocero del Grupo, hacia adentro, era nuestro jefe de Gabinete".

Respecto del conflicto con el campo, la presidenta manifestó: "En el 2008, la 125 pasó de ser una decisión política aislada a ser el eje de discusión de todo el modelo económico y social. Por eso digo que fuimos obligados a la pelea. La situación nos obligó a pelear para defender el Gobierno".

Y agregó: "No pensamos nunca en retroceder ni en negociar ni en hacer un gobierno débil. Me refiero a lo que me vengo refiriendo desde que empezamos a hablar. Yo me planté y bueno, dije, si me echan, que sea por lo que pienso y hago, no por lo que no me animo a hacer. No me iban a echar por débil. No quise ser como Alfonsín, que se terminó yendo después de haber hecho lo que no quería".

Y puntualmente sobre la intervención de Alberto Fernández, precisó: "Alberto Fernández me preguntaba: '¿Qué vas a hacer con eso?'. 'Nada', le decía yo. 'Me interesa'. 'Mirá que a Clarín eso no le interesa', me decía, y yo le contestaba: 'No lo hago por si le interesa o no le interesa a Clarín'. Varias veces cruzamos ese diálogo. Era tenso. Terminé diciéndole: 'Y si al Grupo no le interesa, para qué te hacés problema vos'. Empezamos a trabajar más fuerte con la Coalición, pero creo que ellos tampoco creían que lo íbamos a llevar adelante. Nadie creía que nos íbamos a animar. Seamos sinceros. Nadie".