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El Sastre

Por UNO

Por Nacho Rodríguez@NachoRodriguezJ

Los frentes electorales se están volviendo una tradición en la Argentina. Nuestro país tiene vasta experiencia en bipartidismo: durante el último medio siglo constitucional, se han alternado radicales y peronistas en la presidencia. Hoy para ganar elecciones ambos partidos nacidos al calor de las demandas de su época fundacional, se ven compelidos a conformar con otras agrupaciones alianzas, acuerdos o –como se llaman últimamente- frentes.

El Frente para la Victoria gobierna el país desde 2003, un frente exitoso. El pilar fundamental de ese frente es el Partido Justicialista, un movimiento en el cual conviven exloperreguistas con exmontoneros e irreconciliablemente deciden andar separados. A la Unión Cívica Radical le pasa más o menos lo mismo: tiene intendentes a quienes les da lo mismo apoyar a Julio Cobos que a Sergio Massa y otros que no abandonaron nunca la Lista 3 y se siguen inspirando en Raúl Alfonsín.

Cobos se ufana de que él “solo quiere ser Presidente”, con el gesto demuestra que –principalmente- piensa en su figura y no en la construcción de una alternativa de poder. Pretende mostrarse fuerte con la autodefinición pero podría ser también un rasgo de debilidad. El derrotero político del exvicepresidente despierta críticas en la mayoría de las filas radicales. Su forma de operar y sus decisiones siempre individualistas son repudiadas por muchos de sus correligionarios.

Ernesto Sanz, quien como presidente del radicalismo se ocupó personalmente de dar las puntadas finas del armado político del Frente Amplio Unen –con chances ciertas de ser protagonista en la elección de 2015-, se ha mostrado más humilde. Las ansias de Cobos por ser Presidente a toda costa y a cualquier precio podrían costarle caro cuando sus correligionarios tengan la decisión. Sanz se anotó también para la presidencial, muchos radicales anticobistas creen que de mantenerse la actual legislación en las PASO, Sanz debería ir con Hermes Binner en una misma fórmula. El aporte que podría hacer orgánicamente Sanz desde todos los “comités” del país a una fórmula con un hombre que ya se probó en una presidencial, salió segundo y aporta altos niveles de conocimiento y de buena imagen, podría ser letal para Cobos quien ya se imagina caminando en bata por los jardines de Olivos.

Es claro que el radicalismo pone mucho más que el socialismo para la partida de octubre del año que viene. El socialismo tiene base fuerte sólo en Santa Fe, el radicalismo en cambio tiene una parroquia en cada pueblo del país, se necesitan mutuamente.

El sanrafaelino Sanz ya hizo transpirar a Cobos, su comprovinciano del norte, aquella noche de julio de 2008 en la cual el vice debió salir de su despacho y dirimir si su voto por la 125 sería positivo o negativo. Ese día estalló la fama de Cobos. Sanz es menos famoso que Cobos pero los artistas aseguran que la fama es puro cuento.