El caso de Altamirano es uno de los más groseros pues tal cual aportó su abogado Andrés Slavin en una cinta de video, la persona que la policía identificó como aquella que había arrojado piedras y roto parte de un móvil policial era otra persona que tenía características similares al joven, pero no era él.
En esos 14 meses en el Pabellón N° 12 del Devoto, los cuatro convivieron con otros 380 detenidos para los cuales sólo hubo 80 camas, cuatro baños, cuatro duchas, una pileta de uso común, veinte sillas, rodeados de cucarachas, y con un recreo de dos veces por semana.
Los cuatro demandaron al Estado ni bien recuperaron su libertad pues consideraron que pasaron injustamente detenidos ese plazo y sin prueba alguna, responsabilizando a la policía por las detenciones pero también a la Justicia por convalidarlas.
Pero la Sala V de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, si bien rechazó una indemnización por haber sido detenidos cuando eran inocentes, sí hizo lugar a un resarcimiento por las condiciones de detención pues las características en que tuvo lugar la misma "eran indignas de la condición humana".
FUENTE: Noticias Argentinas