La presidenta Cristina Fernández mantuvo ayer audiencias con funcionarios en la residencia de Olivos, pero continuó en silencio y sin encabezar actos públicos con discursos desde el pasado 10 de diciembre.
La jefa de Estado repasó la situación de la economía en audiencias por la mañana en Olivos con el ministro del área, Axel Kicillof, y los titulares de ANSES, Diego Bossio, y de YPF, Miguel Galuccio.
Si bien el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, días atrás sostuvo que ayer la Presidenta iba a tener una actividad, finalmente la jefa de Estado se limitó a recibir funcionarios en Olivos.
Esta vez, en ningún momento se trasladó a la Casa Rosada, a diferencia del día anterior, cuando en su primera jornada en Buenos Aires tras permanecer tres semanas en el Sur, sorpresivamente se presentó en la sede gubernamental, donde recibió a ministros.
Por la noche, la mandataria se retiró en auto –había llegado en helicóptero– directo hacia el sanatorio Otamendi del barrio porteño de Recoleta para ver a su madre, Ofelia Wilhem, quien había pasado la noche en ese centro médico para realizarse chequeos.
En la jornada de ayer, finalmente la madre de la jefa de Estado abandonó el sanatorio y regresó a su casa.
La Presidenta no tiene una agenda oficial prevista para los próximos días y la única actividad confirmada es su participación en la cumbre de la CELAC en La Habana, el 28 y 29 de este mes.
La mandataria no emite declaraciones desde una serie de mensajes que publicó en Twitter el 13 de diciembre pasado, mientras su último discurso público fue tres días antes, en el acto por los 30 años del regreso de la democracia.
Se especuló con la posibilidad de que la mandataria encabezará ayer un acto organizado por el ministerio de Desarrollo Social sobre promoción de derechos del niño y los adolescentes, pero finalmente asistió Capitanich en su representación.
Ahí, el jefe de Gabinete, acompañado por la ministra Alicia Kirchner, destacó la labor de entidades que trabajan por la inclusión social, la salud, la educación de los niños y contra el trabajo infantil.
Capitanich les transmitió a los presentes “la cálida salutación de la Presidenta” y afirmó que “es extraordinario lo que se está haciendo aquí” en materia de política social, ya que –recordó– se invierte en seguridad social 12 puntos del PBI, un total de $420 mil millones por año.
“Sintonía fina”
Mientras, las reuniones con Kicillof, Bossio y Galuccio animaron especulaciones sobre medidas que buscarían introducir “sintonía fina” para afrontar la inflación, el alto costo para el Fisco que tienen los subsidios, la competitividad y la pérdida de poder adquisitivo de los sectores más postergados, ante el alza de precios.
La mandataria ya había analizado la marcha de la economía con Kicillof el día anterior en la Casa Rosada, en su primera jornada de trabajo en Buenos Aires tras permanecer 17 días junto con su familia en el Sur.
Luego, la jefa de Estado recibió a Bossio en medio de versiones sobre un inminente anuncio de un aumento del monto de la Asignación Universal por Hijo (AUH) que cobran las familias en situación de vulnerabilidad y que actualmente es de $460 , y la actualización también de otros beneficios que dependen de ese organismo.
En tanto, con Galuccio habría hablado sobre posibles inversiones externas en el sector de hidrocarburos y el grado de avance de los trabajos que se vienen desarrollando en el área de Vaca Muerta, donde existe una fuerte apuesta a la extracción de combustible en forma no convencional.