“Ahora hay un gobernador legal y un gobernador electo y su opinión vale. Esperamos que él (Francisco Pérez) entienda eso y la escuche. Nosotros vamos a ayudarlo”, dice Alfredo Cornejo. “Somos funcionarios públicos y no se nos permite tener enconos personales. Representamos gente y escucharnos y acordar la transición es algo que merecen los mendocinos. Tenemos que encontrar áreas de consenso y las disidencias exponerlas de la mejor manera”, sostiene.Nunca hubo una etapa de transición tan extensa y es una incógnita qué resultará de ella.El gobernador electo remarca inmediatamente que “el desdoblamiento fue decisión del justicialismo” y que ahora la mayor responsabilidad para que esta encrucijada se resuelva positivamente es de ellos. “Están tomando muchas decisiones que pueden ser legales, pero que pueden complicar a futuro y yo les he pedido que las revisen”, dice Cornejo.
Y comieron perdices La entrevista se interrumpe constantemente, por los saludos que reciben Cornejo y Montero. “Parecen rockstars”, dice un colaborador, y tiene razón.Un hombre les desea “que sean felices”, como si se tratara de recién casados. Y es sabido que la relación de los matrimonios noveles tiene bemoles después de que concluye la luna de miel. Y las fórmulas políticas también. Hay ejemplos muy cercanos y recientes, Jaque-Racconto o Cristina-Cobos, sólo como ejemplo. –¿No le preocupa que la relación con Laura Montero termine siendo un dolor de cabeza?El intendente de Godoy Cruz sonríe y contesta: “Nosotros tenemos una experiencia muy buena, que es la de Juan Carlos Jaliff con Julio Cobos. Con Laura hemos formado un sólido equipo y no hay que tener ningún temor. Yo creo que Laura puede cumplir un excelente papel como vicegobernadora y, además, creo que me puede ayudar en tareas ejecutivas, aunque no le sean propias del cargo. Ella ha tenido roles ejecutivos, roles legislativos y roles en la actividad privada, que es muy importante en estos tiempos, y podemos complementarnos bien. La veo ayudándome en el Ejecutivo, siendo mi rueda de auxilio. No hay por qué avizorar conflictos”.Cornejo se encarga de subrayar esto, porque el presagio de diferencias entre ambos no es sólo una especulación periodística, también se ha planteado desde dentro del radicalismo y del frente Cambia Mendoza. “Yo creo en las disidencias y nosotros tenemos que conversar mucho, no sólo con Laura sino con todo el equipo y finalmente la decisión será del gobernador. Si alguna vez tenemos una disidencia, va a ser por buscar lo mejor para los mendocinos y no por un encono personal, que no tenemos. Esa duda hay que dejarla”, agrega.La vicegobernadora electa sostiene, al respecto, que “siempre he respetado que el gobernador es el que tiene la mayor carga de responsabilidad, tiene la autoridad y debe ejercerla. Yo estoy para acompañarlo en sus decisiones”. Y acota: “Yo tengo opinión y pienso aportarla, pero tenemos muchas coincidencias en el ámbito de gestión. Voy a aportar desde la serenidad y la compresión, para lograr las mejores decisiones de gobierno”.