Yésica Marcos tiene tres ángeles de la guarda que cuando ella tenía una vida difícil supieronencaminarla, contenerla y darle todo el cariño que en otros lugares no encontraba.
Yésica Marcos tiene tres ángeles de la guarda que cuando ella tenía una vida difícil supieronencaminarla, contenerla y darle todo el cariño que en otros lugares no encontraba.
Fueron muchos los cachetazos que tuvo que sufrir la Yesi en su niñez, la cual tuvo un giro de180 grados gracias a la ayuda generosa de Cristian Etem, Martín Díaz y Cristian Martín. Entre los
"Ellos tres me ayudaron mucho y me dieron una vida nueva", comenta Marcos, con alivio, cada vezque es consultada por la importancia que tuvieron para ella estos tres sanmartinianos. "Además, me
enseñaron muchísimas cosas", agregó El Bombón Asesino.Pero la tarea no fue sólo de hombres. En esta historia también aparecen tres mujeres: Gisela,Andrea y Noelia, quienes en muchas oportunidades actuaron como madres y amigas de Yésica.
"Las mujeres son las que me enseñaron a vestirme, a comportarme como una mujer y a hablaradelante de la gente", agregó la licencia número uno del boxeo profesional femenino de nuestra
provincia, quien se encuentra sumergida en la previa del combate por el título del mundo (interinosupergallo AMB) que disputará el viernes próximo ante la brasileña Simone Da Silva Duarte, en elanfiteatro Juan Pablo II de San Martín.–¿Sos una más dentro de esas tres familias?
–Te cuento algo. Cristian Etem tiene tres nenas y ellas me pidieron que las acompañara a unaiglesia de Medrano y les dije que sí. Me hicieron pasar por su hermana mayor. Con eso te das cuenta
de que para ellos soy una más.–¿Cómo empieza tu relación con ellos y sus familias?
–Al Gordo Etem lo conozco desde que yo iba a la escuela. Él era mi profesor de Educación Físicaen la primaria. Luego conocí a Cristian Martín y después a Martín Díaz.
"Ellos son como mi segunda familia", sumó la Yesi, remarcando con fuerza que "en este momentoson los que están conmigo, atentos a todo lo que necesito y a todo lo que me pasa".
–¿Y tu familia?
–Está allá (señala a lo lejos con su dedo índice izquierdo).
–¿Tenés tu lugarcito en cada una de sus casas?
–Sí. En la casa de mi profesor (por Martín Díaz) ahora han hecho una habitación más para mí.Antes cuando no estaba esa habitación dormía con los hijos de su señora (Gisela). Con ellos miro la
tele y comparto muchas cosas. En la casa del Narigón (por Cristian Martín) también tengo mi lugar,al igual que en la de Cristian Etem.Un
equipo hecho para triunfar