AMB, se propuso darse una segunda oportunidad en este deporte que muchas veces le sirvió decontención cuando las cosas no salían como ella quería.Por setiembre se cerró la defensa ante Yolis Marrugo. Era momento de poner manos a la obra,era momento de que el equipo volviese a funcionar a la perfección para lograr el objetivoprimordial: que el título se quede en San Martín.Tras el arranque y varios días instalados en el San Pedro, Martín Díaz y Yésica Marcosemprendieron el viaje hacia Buenos Aires en busca del ideal, algo que encontraron en el CENARD, allado de los seleccionados nacionales y de los profes Sarbelio Fuentes, Juan Ledesma y el Mono Sosa.Fue una experiencia nueva. La Yesi "laburó" como una más y en ningún momento de su estadía(duró 12 días) tuvo que lidiar con su chapa de campeona.Compartió sesiones de guanteos con Las Toritas y Los Buitres (así apodan a las selecciones),moldeó su defensa junto a Yésica Bopp, la campeona mundial minimosca AMB-OMB, y recibió elogios delcubano Fuentes, histórico en nuestro país por lograr que Pablo Chacón alcanzara el bronce en losJuegos Olímpicos de Atlanta 1996.Haber trabajado a conciencia, no solo la llevó a volver a 300 gramos del límite de lacategoría (55,338 kilos), si no que también le devolvió la confianza para encarar el viernes, en elJuan Pablo II, esta dura prueba ante la colombiana.Yésica, para los que no creyeron, está nuevamente en carrera emanando "confianza ciega" en suentorno.