Increíble pero real, uno puede esquiar en el agua o practicar cualquier deporte náutico sin tener una lancha o una moto de agua que lo remolque. ¿Cómo? A sólo unos minutos de Rosario, cerca del puente a la ciudad de Victoria, existe un complejo que posee una laguna y un sistema de cables con control remoto que le permiten practicar esquí acuático, wakeboard y wakeskate.
El wakeboard es una combinación del esquí, el esquí acuático y el snoward, que permite realizar todo tipo de acrobacias.
Paula Moretti y Federico Vignale desarrollaron el complejo Wakeland en Victoria, en un extenso predio donde los amantes de los deportes náuticos dan rienda suelta a su pasión por la acrobacia y el vértigo.
—¿Cuándo nacieron estos deportes?
—Esta actividad nació en Europa en los 90 y hoy hay en nuestro país unos 80 lugares donde se practica.
—¿Qué diferencia hay entre el wakebord y el wakeskate?
—El wakeboard se practica con botas fijadas a la tabla y el wateskate se practica con zapatillas y la tabla.
—¿Cómo surgió la idea de construir una cancha de deportes acuáticos frente a Rosario?
—Nace de una carencia porque siempre dependía de alguien que me llevara en lancha para ir al río. Y en el invierno no lo podía practicar. Me gustaba practicar esquí acuático, pero como no tenía lancha debía esperar que un amigo pudiera llevarme. Teníamos esas tierras a 7,5 kilómetros del puente Rosario-Victoria, en el departamento Victoria, en la primera bajada del puente, a sólo 30 minutos del centro y a 15 de la zona norte. Entonces dije: me compro la lancha o me compro el cable. Tengo la laguna y puedo ir todos los días, no sólo voy a ir a ver andar a la gente. Y así me decidí.
—¿Cómo es la cancha?
—Son dos torres situadas a 200 metros una de otra, en las costas de una laguna, con un cable entre ellas con una soga con un manillar y un sistema accionado a control remoto.
—Es un deporte elitista.
—Era un deporte elitista. Los que lo practicaban se iban en invierno a Italia o a México o iban a trabajar en campos de esquí acuático. Aquí era un hobby más que un deporte: eran 20 personas y se conocían entre todas. Ahora es un deporte reconocido por la Federación de Esquí y le agregaron el wakeboard, con una lancha.
—¿Cuánto cuesta practicar este deporte en su cancha?
—La sesión cuesta 100 pesos, más 60 del alquiler del equipo, y hay un abono de 240 pesos por tres sesiones.
—Los surfistas dicen que experimentan una sensación insuperable. ¿Qué sentís cuando esquías en el agua?
—Es una mezcla de adrenalina, miedo y logro cumplido. Si tenés miedo te golpeás mucho, pero cuando lo superás lográs el objetivo. Te golpeás mucho con el agua, pero tenés un casco y un chaleco salvavidas, que ahora son más gruesos. Tenés obstáculos, como una plataforma, en los que volás como 20 metros a lo largo.
—¿Qué le dirían a alguien que quiere practicar un deporte acuático por primera vez?
—Que el primer día que vayas vas a salir andando. Te vas a caer, pero vas a lograr hacer un tramo sobre la tabla. Pablo es un amigo no vidente que lo practica. Hay chicos que lo practican desde los seis años, hay un hombre de unos 80 años, hay profesionales y hay un pibe que en un año y medio ya compite en wakeboard. En Orlando, por ejemplo, hay un muchacho con capacidades especiales que lo practica arrodillado en la tabla.
Fuente: Diario UNO Mendoza