Se podrá llenar la página con calificativos positivos de la victoria ante Tigre, pero todos éstos quedarían chicos para describir tamaña goleada.El resultado no sólo englobó la abismal diferencia entre un equipo y otro, sino que también dejó otros ingredi

Un partido para enmarcarlo

Por UNO

Se podrá llenar la página con calificativos positivos de la victoria ante Tigre, pero todoséstos quedarían chicos para describir tamaña goleada.

El resultado no sólo englobó la abismal diferencia entre un equipo y otro, sino que también dejóotros ingredientes para destacar.

Fue el partido donde no parecía que Godoy Cruz fuera un equipo que pensara en la tabla de abajo,sino como un candidato al título.

Después del partido del lunes, el Tomba dejó de ver la de los promedios y se subirá a la ilusiónde todo el pueblo bodeguero, que quiere quedarse con el Clausura.

El equipo contagia un montón dentro de la cancha. Con un Rodrigo Salinas que, por primera vez detitular, convierte tres goles en su corta carrera.

Encima, el delantero no estaba en los planes del técnico Omar Asad para arrancar de titular,pero una gripe que azotó a David Ramírez lo puso en cancha para que se despachara con un

rendimiento fenomenal.

Y el resto de las líneas casi no tuvo fisuras. Salvo esos fatídicos dos minutos del segundotiempo donde Godoy Cruz se relajó y sobró un poco el partido. Ahí no desaprovechó Tigre para

ponerse a un gol.

El Expreso tomó la posta y otra vez se convirtió en ese equipo imparable que fue en elprincipio.

Los tres de la defensa tienen mucha confianza en cada pelota y hasta se animan a salir jugando,cuando muchos prefieren el pelotazo lejos del arco propio.

Los goles de Dutari y Sigali llegaron en los momentos justos. El del Panchito sirvió pararatificar la superioridad en el primer tiempo, mientras que el de Sigali fue el que trajo mayor

tranquilidad.

El mediocampo tiene a un correcaminos como Carlos Sánchez por la derecha, que tiene un pulmotoren el pecho y no se cansa ni siquiera cuando está por terminar el partido. El uruguayo también lo

puede hacer por izquierda, como cuando ingresó Camargo.

Sin dudas, Sánchez se transformó en una de las revelaciones del torneo, ya que cuando vino a laBodega nadie daba dos pesos por él.

Después contó con una zaga central donde Sergio Sánchez y Nicolás Olmedo se complementaron muybien. El Cascarudo tuvo un rendimiento superlativo y junto al juvenil tiene mayor libertad para

mandarse al ataque.

Fue imprescindible en dos goles y aportó mucho en ofensiva, cuando estamos a acostumbrados aelogiarlo por su tarea en la marca.

El otro Sánchez también es un hallazgo, porque el pibe deambuló por las inferiores y se fogueóen los partido de la Liga Mendocina, y hasta jugó un Torneo del Interior para Huracán Las Heras.

Con pocos partido en primera división, parece que jugó toda la vida.

En la izquierda, como siempre, estuvo el trabajo casi silencioso de Ariel Rojas. El Chino sedestaca por su regularidad, aunque no se notó tanto porque varios de sus compañeros tuvieron una

tarde memorable.

Adelante no hay que olvidarse de César Carranza. Para el ex Nueva Chicago era especial, poraquel descenso a la Primera B Nacional frente al equipo de Victoria con graves incidentes

incluidos.

Aportó mucha movilidad en ataque y contribuyó en algunos goles para que sus compañerosconviertieran. Al igual que Daniel Vega y Cristian Chávez, quienes están relegados por el buen

presente de los demás atacantes, pero que cuando entraron fueron solidarios con el equipo.

Fue un partido que quedará en la memoria y en la historia de este Godoy Cruz que ahora piensa enobtener el Clausura.