Información General

Los Tordos repitió el título al ganarle a Marista en la final y alcanzar una campaña en la que perdió 8 partidos, aunque nunca cayó por más de 4 puntos. En cambio ganó 3 veces por un punto, una en la final

Un campeón agónico

Por UNO

Una vez más, la 15ª desde 1988 hasta la fecha, Los Tordos se coronó el mejor del rugby regional. Un bicampeonato que másallá de los méritos acumulados durante todo el certamen por cada uno de los equipos se basó en un plantel con grandes individualidades y un espíritu inquebrantable demostrado en que nunca dio por perdido un partido hasta el pitazo final.

En su camino al título, los Pájaros ganaron 12 encuentros (3 de la fase clasificatoria, 7 de la fase regular, una semifinal y la final) y perdieron 8 (7 de la fase regular y la semifinal de ida). La cantidad de derrotas es bastante alta si tenemos en cuenta que Marista perdió sólo 3 encuentros.

Una particularidad es que de esos 20 partidos hubo 13 en los que los Azulgranas se fueron al descanso en desventaja y en 7 de esos 13 terminaron revirtiendo el resultado. El número de parciales adversos se eleva a 19 si se tienen en cuenta los 6 encuentros por el Torneo del Interior, certamen en el que Los Tordos fue finalista con 4 triunfos y 2 caídas.

Analizando las 8 derrotas sufridas en el regional por el equipo dirigido por Pedro García Danza y Álvaro Villanueva, el dato es que nunca perdió por más de 4 puntos. Su peor derrota fue 31-27, ante Banco RC, ya que después cayó ante el Mendoza RC(26-25 y 22-19), Liceo (25-22), Marista (20-18 y 26-24) y Peumayén (20-18 y 25-24).

En cuanto a las victorias, hubo una anecdótica goleada en la clasificación ante Tacurú por 183 a 5, pero el dato relevante es que ganó 3 partidos por un punto: 21-20 ante Peumayén (también en la clasificación), 24-23 ante Teqüé y el ya histórico 34-33 ante Marista en la gran final. Ese fue el resultado que le permitió festejar a lo grande, una vez más.