El golfista estadounidense, internado por su adicción al sexo, deberá pasar cuatro meses de abstinencia y evitar excitarse durante este período.

Tranquilo Tiger, cuatro meses no son nada…

Por UNO

Tiger Woods quedó sobreexpuesto cuando salieron a la luz sus affaires

sexuales.

El golfista norteamericano Tiger Woods, en la picota desde que saliese a la luz el escándalo de

sus numerosas infidelidades matrimoniales, se someterá a un tratamiento de rehabilitación para

recuperarse de su adicción al sexo que le obligará a no mantener relaciones ni excitarse durante

por lo menos cuatro meses.

Según asegura el diario 'The Sun', Tiger deberá estar alrededor de unas 18 semanas sin practicar

sexo, ni siquiera excitarse por su propia cuenta, como parte del tratamiento para erradicar su

adicción sexual.

A sus 34 años el golfista estará internado seis semanas en la clínica de rehabilitación 'Pine

Grove' de Hattiesburgde, Mississippi, mientras que cuando obtenga su particular libertad con el

alta médica, deberá mantener la abstinencia sexual durante por lo menos 90 días, nada más y nada

menos que tres meses más.

Por si fuera poco Woods deberá firmar un contrato de celibato en el que se comprometa a cumplir

las indicaciones médicas y a escribir también una carta de conciliación con el claro objetivo de

intentar recuperar su matrimonio con Elin Nordegren y a sus dos hijos.