En una pretemporada, el rol del preparador físico es tan importante como el del DT. En Godoy Cruz es Gastón Mendoza quien tiene la responsabilidad de poner a punto a los jugadores. Es un profe olímpico.

El Tomba, al ritmo del Tato

Por Omar Alberto Romero

Enviado especial a Buenos Aires

Gastón Mendoza, el preparador físico de Godoy Cruz, tiene una historia muy rica en el fútbol. Incursionó en las inferiores de Estudiantes de La Plata, donde se hizo amigo de Martín Palermo y el Gato Sessa, entre otros.

Su sueño era ser jugador de fútbol, pero se dedicó a la educación física, profesión en la que acumuló mucha experiencia en equipos de Paraguay.

Durante mucho tiempo trabajó en ese país en distintas instituciones y con la selección sub 23 de fútbol que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 (perdió la final con Argentina), la primera y única presea olímpica de la delegación paraguaya en la historia. Además, Mendoza fue preparador físico del club Gallos Blancos, de Querétaro, en México.

Pero cuando Palermo lo llamó para integrar su equipo de trabajo, Tato no dudó y hoy es parte del cuerpo técnico de Godoy Cruz, junto con Roberto Abbondanzieri y Pablo Lenci.

“Para mí es un placer trabajar al lado de Martín Palermo. Estoy muy feliz. Es un gran profesional”, dice Mendoza, el profe del Tomba.

-¿Cómo lo define a Palermo?

-Es una persona que trabaja mucho y les da participación a todos los integrantes del cuerpo técnico, aunque obviamente la decisión final la toma él, que es la cabeza del grupo. Es una persona con una amplitud conceptual muy llamativa, te hace sentir muy cómodo, tiene la misma mentalidad ganadora que tenía como jugador.

-Cuando lo llamó para trabajar con él, ¿lo dudó?

-No, para nada. Y aquí estamos colaborando.

¿Y le sorprende este comienzo de Palermo en su primera experiencia como técnico?

-No. Con Martín nos conocemos desde chicos y sé lo que puede dar.

-¿Él se exige mucho en su nueva profesión?

-Día a día se exige con él mismo. Lo hace para mejorar y crecer como entrenador. A su vez, su entorno tiene que exigirse de la misma manera para tratar de complementarnos de la mejor manera.

-¿Son muy amigos?

-Con Martín jugamos juntos en las divisiones inferiores de Estudiantes, nos une una gran relación. Ahora, la vida nos ha puesto en este lugar después de tantos años de conocernos.

-Hay una buena relación, aparte de compartir el trabajo, entonces.

-Éste es un cuerpo técnico que se complementa bien. Con Pablo Lenci y el Pato Abbondanzieri tratamos de dar lo máximo.

-¿Tiene mucha experiencia en el fútbol?

-He tenido la suerte de estar en clubes importantes y de trabajar, por ejemplo, con Gregorio Pérez en Olimpia de Paraguay. Tuve a varios jugadores destacados y a través de los años uno va sumando experiencia. En México lo tuve como jugador a Diego Cocca.

-¿Se privó de muchas cosas por ser preparador físico?

-Hace muchos años que lo soy, más de 20. Hoy tengo 40 años, y una esposa que me banca mucho y sabe que esto es lo que me gusta y me apasiona. No pude estar a tiempo en el nacimiento de mis hijas, por ejemplo. Tener una familia es muy importante para estar bien de la cabeza.

-¿De qué le sirve a un plantel viajar tantos kilómetros y estar concentrados en forma continua, como en este caso Godoy Cruz?

-Es muy importante estar conviviendo. Lo hemos hecho casi dos semanas. Los jugadores que llegan se adaptan de manera más rápida al grupo. Además, elegimos este lugar porque los amistosos los tenemos acá en Buenos Aires, con equipos de niveles similares a los que es la primera división. Este predio de Bosques tiene comodidad y el nivel de suelo es muy importante. Es adecuado porque tenemos todo en el mismo lugar. Acá, el jugador se despierta, desayuna y ya está en el lugar del entrenamiento. No necesitás trasladarte. Es ideal para realizar una pretemporada.

-En el último tiempo, a los preparadores físicos se les echa la culpa de las lesiones. ¿Es real esto?

-Cuando no hay comunión en el trabajo que hace el preparador físico con el que diagrama el técnico, empiezan a haber algunos desequilibrios que terminan viéndose reflejados en las distintas lesiones que observamos en el fútbol en general. Es algo que sucede en todas las partes del mundo.

Fuente: Diario UNO Mendoza

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