El fin de semana el automovilismo alemán vivió una jornada distinta. En una carrera de la Fórmula 4 de ese país que se desarrolló en el circuito de Hockenheim un piloto corrió a otro tras una polémica maniobra.
Oliver Söderström no se tomó nada bien el toque de Robin Brezina que lo dejó fuera de carrera y lo corrió para golpearlo.
Al advertir la amenaza, Brezina huyó aterrorizado mientras pedía tranquilidad para que el incidente no pasara a mayores.
Un momento totalmente surrealista que terminó bien porque Söderström se calmó y finalmente desistió de golpear a su rival ante la intervención de algunos asistentes que estaban al costado de la pista.