General San Martín, campeón del 2009. Parte del equipo que visitó Diario UNO: Diego Fernández con su sobrino, Nicolás Orzechowski, Diego Cabañez, Damián Grabiec, Leonardo Quiroga, Pablo Zogbe y Lucas Martínez.
Pasan los años y algunos nombres pueden sumarse, pero la respuesta siempre es la misma: "El grupo es todo y la amistad que tenemos supera cualquier obstáculo", dice cada uno de los jugadores de General San Martín, el mejor equipo mendocino del 2009.
Por segundo año consecutivo este grupo de amigos salió campeón tras ganar el Apertura y luego la final anual, dejando en el camino a dos pesos pesados: Atenas y Anzorena.
Y si bien este fue un gran logro, es inevitable no mencionar que a mitad de año consiguió el ascenso a la Liga B tras obtener el título regional de la Liga C. "En el transcurso de diez días jugamos seis partidos. Salimos campeones del local ante Atenas y ganamos la Liga C frente al poderoso Macabi/Las Heras. Eso fue lo mejor que nos pasó, lo que nos dio fuerza para el resto del año", cuenta Diego Fernández.
"Creo que todo esta ahí, tenemos mucho amor por la camiseta, nos gusta jugar juntos, lo disfrutamos. Cada uno tiene claro su rol, pero todos tenemos el mismo objetivo, luego vienen los resultados", agrega Pablo Zogbe, hoy el mejor jugador de Mendoza. Es que, con 1,88 metros y sin importar los rivales, en el 2009 fue imparable.
Esteban Bisole es un DT carismático, y sus dirigidos explican: "Al Bicho tenés que entenderlo, no sólo quererlo. Ahí está todo. Es el psicólogo, un gran motivador, siempre nos alienta".
También es inevitable mencionar la Liga B, donde este mismo grupo participa, y aunque los resultados no han sido buenos, sirve para seguir creciendo. "La Liga ha sido dura, pero hemos aprendido mucho. Ahora tenemos la responsabilidad de no descender, y a eso apostaremos ", dice Quiroga.
Otra imagen de los campeones anuales.
Autodefiniciones
Diego Cabañez: "Soy el conductor, ordeno el equipo por más que muchas veces me desordeno yo. Me encargo de armar la ofensiva".
Leandro Quiroga: "Soy el comodín, así me defino, y me gusta".
Nicolás Orzechowski: "Les doy aire a los chicos cuando están cansados".
Diego Fernández: "Soy el veterano, el mañoso, el que insulta, el abuelo. Pero siempre con la mejor onda, apoyo mucho a mis compañeros en todo momento".
Lucas Martínez: "Apoyo, doy confianza, aliento y cuando me toca entrar trato de dar lo mejor de mí".
Pablo Zogbe: "Me gusta darle alegría al grupo, animarlo y molestarlo cuando está mal. Esa es la química entre nosotros, la alegría y la amistad por sobre todo".
Damián Grabiec: "Trato de sumar gol cuando me necesitan, me tengo confianza y apoyo siempre".
Augusto Carignano fue definido por sus compañeros como "puro corazón, es el que más siente la camiseta. Es un ídolo, y en la final anual fue la figura junto con Nicolás".
También destacaron el valor que tienen Leonardo Zogbe y cada uno de los que le tocó entrar.