Fútbol
El seleccionado argentino rescató un empate en la noche del martes ante Venezuela. La Pulga es una pieza esencial en el equipo albiceleste.

Argentina puede sobrevivir sin Messi, pero siempre lo extraña

Por UNO

El seleccionado argentino, en el nuevo ciclo de Edgardo Bauza como DT, demostró que el equipo puede sobrevivir a la ausencia de Lionel Messi, pieza clave en la anterior victoria sobre Uruguay (1-0), en Mendoza, pero deberá buscar otras variantes, más allá del carácter y el esfuerzo en el empate ante Venezuela (2-2), para cumplir con creces el objetivo de clasificar al Mundial de Rusia 2018 en una ajustada eliminatoria sudamericana.

Los dos primeros partidos con el Patón al frente dejaron un saldo de cuatro puntos que mantuvieron a Argentina en la zona de clasificación con quince unidades, las mismas que Brasil, pero con uno menos que Uruguay.

"Lo que importa es clasificar, la punta no", enfatizó el Patón luego del empate del martes por la noche en la ciudad venezolana de Mérida donde el equipo perdió el liderazgo que había obtenido tras vencer a Uruguay por 1-0, el pasado jueves en Mendoza, con un gol de Lionel Messi, el capitán y máxima figura, que replanteó su decisión de dejar de vestir la camiseta 10 albiceleste y encaminó un luchado triunfo con un jugador menos durante un poco más de un tiempo.

En el maltratado campo de juego del estadio Metropolitano, un detalle que no pasaron por alto los futbolistas argentinos, el equipo tuvo cierto control del partido hasta el tremendo golazo de Juan Pablo Añor. Luego, le costó reaccionar e incluso el gol de Josef Martínez al inicio del segundo tiempo oscureció todavía más el panorama.

Con el astro argentino desde Barcelona por una molestia en el pubis, el seleccionado argentino demostró que puede sobrevivir a su ausencia pero se convierte en un equipo más terrenal que debe sacar otras herramientas para competir.

El equipo, con más empuje que fútbol, remontó dos goles de desventaja en menos de 35 minutos y hasta tuvo situaciones para ganar el partido ante una Venezuela que, luego de anular el plan de juego nacional, estuvo cerca de su primer triunfo en el certamen y de otra hazaña histórica.

Allí, se encontró el primer denominador común que hubo en los dos primeros de Bauza. El equipo, con o sin Messi, mostró carácter para aguantar el resultado ante Uruguay y también para revertir una desventaja de dos goles fuera de casa.

Bauza destacó el "esfuerzo" de sus dirigidos en Venezuela pero sabe que en el plano futbolístico el equipo quedó en deuda y la idea de juego que se intentó mantener sin Messi falló en su primera prueba.

Ante Venezuela, el equipo nacional fue un equipo sin sorpresa y con escasa creación de circuitos de juego. Erik Lamela, el reemplazante del rosarino, se estacionó en la banda derecha y no pudo gravitar ni romper ese doble cerrojo defensivo planteado por el rival.

El ex River Plate y actual Tottenham inglés destacó que se sintió "bien" por la banda derecha a pesar de que no le llegó "la pelota" pero rescató que en una cancha que "no estaba muy bien" el equipo sacó "fuerza y actitud" y logró "levantar el partido".

En ese crecimiento del segundo tiempo, Lamela estuvo a la par del equipo pero luego fue reemplazado por Angel Correa. "En ese momento el equipo estaba jugando bien y me estaba ayudando a mí también pero también había compañeros afuera que están muy bien", agregó "Coco" en el posterior diálogo con la prensa.

No solo Lamela estuvo bajo en el mediocampo, ya que con un irregular Angel Di María por izquierda y con un apagado Ever Banega, quien portó la 10, Argentina no pudo tener la posesión de la pelota y las imprecisiones le permitieron a la Vinotinto aprovechar la velocidad de sus atacantes que pusieron en problemas a la zona defensiva.

El sector defensivo, incluido el arquero Sergio Romero, fue vulnerable durante gran parte del partido y no pudo repetir la solidez exhibida en Mendoza para dejar sin chances a la peligrosa delantera uruguaya.

En los dos goles venezolanos hubo cierta complicidad de los defensores: Marco Rojo tuvo una floja respuesta en el instante previo al zapatazo de Añor, mientras que Nicolás quedó mal parado tras ser desplazado por Salomón Rondón, quien luego habilitó a Josef Martínez.

Sin embargo, el zaguero de Manchester City inglés tuvo su revancha al convertir el gol que determinó el empate.

De estos dos primeros compromisos, el ex DT de San Lorenzo y San Pablo, de Brasil, entre otros, también podrá rescatar la actuación de los futbolistas nuevos como el caso del delantero Lucas Pratto. El jugador de Atlético Mineiro, de Brasil, ocupó un puesto sensible que tenía las bajas de Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín y con el gol que convirtió para el descuento obtuvo una recompensa al sacrificio y demostró que puede pelear por un lugar en el equipo.

A menos de un mes de los duelos ante Perú, el 6 de octubre en Lima, y contra Paraguay, el 11 en Córdoba, el nuevo cuerpo técnico podrá trabajar con la tranquilidad de encontrar un equipo que le respondió en dos partidos que se presentaron complicados.