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Gonzalo Díaz será titular ante Quilmes. El volante, hincha del Tomba, será de la partida mañana en el Malvinas. “Me emocioné cuando volví a pisar el suelo del vestuario", confesó el zurdo.

Se emocionó al pisar el vestuario de Godoy Cruz

Por UNO

Gonzalo Díaz volvió a Godoy Cruz a buscar revancha.  El talentoso zurdo nunca se pudo consolidar en el equipo del que siempre fue hincha y encontró  continuidad como futbolista en su paso por Defensa y Justicia, donde  adquirió mayor experiencia.

Al pibe que la rompía en los potreros   de los barrios Olivares y La Favorita, y que a veces jugaba descalzo,  ahora le brillan los ojos al pensar en que mañana será titular ante Quilmes.“Es una gran emoción ponerse esta  camiseta”, expresó el volante, que siempre tiene el afecto de su señora  Jésica, sus hijos Alex, Valentina y Martina y su mama Alejandra.

–¿Qué te acordás de tus inicios en  el fútbol?

–Eran a muerte esos partidos,  cuando jugábamos en los potreros se jugaba por plata a veces y siempre me llamaban. A veces terminaba  todo mal. Me acuerdo que al club  Ciudad Oeste me iba caminando  porque no tenía plata para el colectivo,  eran treinta cuadras de ida y treinta de vuelta, pero nunca falté.

–¿Es como un sueño poder ser  titular en el Tomba?

–Es algo hermoso.

–¿Te cambió la vida volver a Godoy  Cruz?

–Es un sueño hecho realidad. Hacía  tres años que no entraba al vesmuchos recuerdos. Yo soy hincha de Godoy Cruz, quiero mucho a esta camiseta. Lo conozco a Jorge Almirón

y su llegada influyó.

–¿Te costó dejar Defensa y Justicia?

–Fue una decisión difícil, la gente me demostró mucho cariño, el equipo iba puntero. Me tiró venir a Godoy  Cruz por la gente.

–¿Y ahora estás más maduro, tenés más rodaje?

–Hoy soy un jugador más profesional, me ayudó en lo profesional  cuando me fui de Godoy Cruz; la B Nacional te ayuda mucho, porque es un campeonato muy duro.

–¿Es una situación límite entrar  a la cancha y jugar por el descenso?

–Hay una realidad y es que estamos  peleando por no descender de categoría, hay que jugarse la vida y luchar cada pelota como si fuese la última. Con Quilmes tenemos otra  final y hay que ganarla como sea,  para escalar puestos en la tabla y salir de la zona roja.