San Lorenzo, por su parte, retorna a la Libertadores tras un lustro y la jugará por duodécima vez.
Los de Boedo, que fueron semifinalistas en la primera edición de 1960 y también en 1988, tienen como último antecedente la frustración de haber sido eliminado en la fase de grupos, bajo la conducción de Miguel Angel Russo en 2009.
Aunque su debut en el torneo Final no fue el esperado (0-2 ante Olimpo en Bahía Blanca), San Lorenzo llegó a Río de Janeiro con la ilusión de dar el primer paso firme en el grupo 2, que completan Unión Española de Chile e Independiente del Valle de Ecuador.
Respecto de la formación empleada el pasado viernes, Bauza planea dos modificaciones: Mauro Cetto por el capitán Pablo Alvarado (no fue citado porque adeuda tres fechas de suspensión) en la defensa y Enzo Kalinski por Leandro Romagnoli en el mediocampo.
Botafogo, que cuenta en su plantel con los argentinos Mario Bolatti y Juan Carlos Ferreyra, jugará con el mismo equipo que llegó la clasificación para la segunda rueda, tras reservar sus titulares en el torneo carioca.