Las autoridades del Barcelona esperan ansiosos el retorno de su máxima figura, el rosarino Lionel Messi, de sus vacaciones. Allí, se reunirán con el futbolista para hablar de la renovación de su contrato, la prioridad de la directiva blaugrana ante la posibilidad de que el Lio ponga en duda el romance con el club y evalúe marcharse.
Motivos hay de sobra. El capitán del seleccionado argentino y su entorno quedaron muy molestos con la condena a 21 meses de prisión por evasión fiscal, aunque sin tener que cumplirla en prisión. Además, su renuncia a la Selección Argentina tras perder la final de la Copa América ante Chile en Estados Unidos, y la renovación de su compañero Neymar fueron motivos que lo hicieron pensar.
Y, como si fuera poco, el trascendido de la reunión que su padre habría mantenido con el dueño del Chelsea, Roman Abramovich, y la tentadora oferta de 800 mil dólares semanales para sumarse al equipo londinense sembraron un manto de duda sobre la continuidad de Lionel en Barcelona.
Aunque la junta directiva tiene multitud de temas abiertos, como el patrocinio de la camiseta o el cumplimiento del ratio de deuda marcado por los estatutos, ninguno preocupa más que el de confirmar a Messi como el icono del equipo de Luis Enrique.
El delantero tiene contrato hasta 2018, su cláusula de rescisión asciende a 250 millones de euros y se estima que su ficha es de unos 20 millones netos, cinco más de los que cobraría Neymar después de extender su contrato hasta 2021.
Los ingresos del brasileño, sin embargo, siempre despertaron controversia y desde el propio club se estima que después de revisar su sueldo se impone poner al día el de Messi.
Según detalla hoy el diario El País, "Messi parecía decidido a abandonar el Barça en 2014. Así se lo confesó el presidente Bartomeu a Tito Vilanova. El técnico, que ya había abandonado el club por enfermedad, medió hasta convencer al futbolista para que continuara en el Camp Nou".
"Hay un segundo momento crítico para Messi en el Barcelona -detalló el periódico-. Ocurrió en enero de 2015, cuando el jugador estaba enfrentado a Luis Enrique. El conflicto, muy visible en Anoeta, se zanjó días después y el pacto se visualizó con la visita al estadio del Atlético".
Hoy, Messi recibió el incondicional apoyo del presidente de la Liga Española de Fútbol, Javier Tebas, quien en rueda de prensa señaló que "no creo que (Lionel Messi) sea un delincuente. Y creo que no sabía nada. Creo que habrá cambio de sentencia en el Tribunal Supremo. Se sometió a una estructura fiscal arriesgada que le ha llevado a este tipo de consecuencias. Pero no hay que olvidar que ha aportado más de 160 millones de euros al Estado. Se han hecho carreteras, hospitales...".
"No hay ni persecución ni mano negra contra Messi o el Barça. El mundo del deporte está siendo investigado", amplió.
Habrá que ver qué sucede el 18 de julio, cuando Messi debería presentarse a los entrenamientos. Por ahora, como en su momento había dicho Pep Guardiola "lo importante es tener contento a Messi" y esa es la premisa de la dirigencia blaugrana.