Ganador de la Vuelta de Mendoza en el 2004 y 2009, el Lobito intentó reincorporarse rápidamente pero las lesiones sufridas y la averia de su bicicleta hizo que terminara la contrarreloj, sexta etapa de la Vuelta de Mendoza, a paso de hombre, pero con la guepeza que lo caracteriza.
Ovación recorrió el día anterior el recorrido de la contrarreloj y se encontró con la presencia de esta arenilla en la subida al Cerro de la Gloria. Llamó la atención que nadie de la organización se hizo cargo de esta situación, que terminó perjudicando a un ciclista, que por suerte la "sacó barata".