Así como en la época del Diego, cuando hasta en el rincón más recóndito del planeta relacionaban inmediatamente a Argentina con "Maradona", los argentinos vivimos una situación similar en la actualidad con Lionel Messi. Es prácticamente imposible desconocer al astro del Barcelona.
El ganador del Balón de Oro del 2015 despierta amores y fanatismos en todas partes del mundo. Desde su tierra natal hasta Portugal, el país de su némesis Cristiano Ronaldo, donde pintaron una estatua del delantero del Real Madrid.
Sin embargo, el fanatismo, esta vez, hizo escala en uno de las regiones más conflictivas y pobres del mundo: Irak. Una de las cuentas de Twitter de fanáticos deMessi (@messi10stats) posteó una foto de un nene con una camiseta artesanal del crack rosarino.