Diego A. Astorga
Perseverancia es una de las palabras que repitió en varias ocasiones. Y eso lo pinta de cuerpo entero al oriundo de San Martín Franco Negri, quien debió mudarse a Ushuaia por cuestiones familiares, hecho que no le impidió llegar a las inferiores de San Lorenzo y recalar como uno de los flamantes refuerzos de Independiente Rivadavia.
El viernes tuvo su primer entrenamiento y conoció a sus nuevos compañeros. El volante jugó el torneo pasado en Quilmes. "Llego para sumar más partidos y roce. Prefiero bajar un escalón para tener minutos. Primero ganármelo en los entrenamientos. Quiero dar lo mejor", aseguró Negri.
Su puesto es volante por izquierda pero ya habló con Pepe Romero para que lo tenga en cuenta en cualquier puesto. "No es necesario que juegue en esa posición. Tuvimos un diálogo con el técnico y dije que puedo jugar donde le haga falta al equipo. En eso no va a haber problemas", expresó. >>> 3x1 en la Lepra
En el Sur jugó en los Cuervos del Fin del Mundo de Tierra del Fuego y nos contó cómo se entrenaba ahí. "Las veces que nevaba había una sola cancha, que es la de césped sintético. A veces me llevaba la pala para sacar la nieve y entrenar. Cuando era verano trabajaba en doble turno. El pasto es más difícil y más pesado. No me costó adaptarme por mi condición física. Cuando me toca un mal momento me acuerdo de eso y salgo adelante", aseguró.
A pesar de estar en uno de los lugares más alejados de Buenos Aires, el mendocino pudo deslumbrar y jugar en uno de los equipos más importantes de Argentina.
"Las posibilidades están en todos lados, hay que ser perseverante y constante. Cuando me fui para allá, la luché y se me dio la oportunidad. Nunca hay que perder los sueños", destacó.
Su familia es de San Martín y por eso eligió quedarse ahí y viajar todos los días para el entrenamiento. "Estoy acostumbrado. Hay que hacer el sacrificio. Había compañeros en San Lorenzo que viajaban cuatro horas en tren para entrenar", comentó. >>> Venta de entradas para Independiente Rivadavia- Huracán Las Heras