Las malas condiciones del campo de juego de Douglas Haig impidieron que el partido con Independiente Rivadavia se jugara. Uno delos que se refirieron al fallido viaje a Pergamino fue Franco Dolci, quien dio un panorama de cómo se encontraba el estadio.
"La verdad es era prácticamente imposible jugar en un campo así, era un pantano, a simple vista se podía observar que estaba bien el campo, pero cuando empezabas a caminarse te hundía todo el pie. Si arrancábamos al minuto ya tendríamos que habernos puestos los patines porque se iba a transformar en una pista de barro", explicó el volante leproso sobre cómo se encontraba el césped del Milán de Pergamino.
A pesar de haberse hecho el viaje, con el consecuente gasto que trajo aparejado, el mediocampista agregó que la reprogramación estuvo bien al afirmar: "Igualmente comparto la decisión del árbitro de suspenderlo porque era un peligro para el físico de los jugadores. Lo malo es que el club hizo un gasto tremendo de viajes, hoteles, comidas y no pudimos jugar. Se podría haber evitado porque todos sabían que hacía como 15 días que llovía en Pergamino, pero bueno ya está, ahora hay que pensaren lo que viene".
Y lo que viene precisamente para la Lepra serán dos partidos consecutivos en condición de local, el primero el viernes frente a Estudiantes de San Luis. "Ahora tendremos que pensar en el partido frente a Estudiantes, un equipo que ha ganado más de visitante que de local. No nos tenemos que confiar y a ver si por fin podemos despegar de este mal momento".
Y agregó: "Nos tocan dos partidos seguidos en nuestra cancha y ante nuestra gente, primero tenemos que quedarnos con los tres puntos el viernes y después pensar en lo que viene".