Después de esta descripción, solo resta que se conozca la sanción del tribunal de disciplina para los jugadores y las personas que nombra Amarilla, aunque por lo que expresa el juez, está claro que no podrán estar en la última fecha del grupo 2 de la Copa Libertadores.
Además, San Lorenzo fue acusado de provocar serios destrozos en un vestuario del estadio Olímpico Atahualpa de Quito donde empató 1 a 1 con Independiente del Valle, partido que tuvo un accidentado final cuando Amarilla sancionó un penal en favor del equipo ecuatoriano en el cuarto minuto adicionado del segundo tiempo.
Según indicó Aníbal Fuentes, presidente de Concentración Deportiva de la provincia andina de Pichincha (administradora del escenario), en el vestuario asignado al equipo de Boedo: "Se han destrozado unas láminas de madera, en los baños han roto las bisagras de las puertas. Los ingenieros van a cuantificar los daños".
"Los daños causados por San Lorenzo indignan, es una total falta de respeto", agregó el dirigente en declaraciones divulgadas por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Los incidentes comenzaron al finalizar el partido debido a que los jugadores de San Lorenzo consideraron que no fue falta de Emanuel Mas en el penal sancionado por Amarilla, a quien se le fueron encima una vez terminado el cotejo.
"Ya estaba terminado el partido, lo teníamos controlado. Cobrar un penal de esa manera, la verdad es que no se entiende", dijo Ignacio Piatti. Mientras, Nicolás Blandi resaltó: "Hicimos un sacrificio enorme, dejamos la vida dentro de la cancha y que se te vaya el partido así, en una jugada tan dudosa, que creo que como esa hubo varias en el partido y no se cobró nada, la verdad que da para pensar".