Por Gustavo Privitera
Le solicitamos a la distancia a Guillermo Sosa Tallei (45) un detalle de su interesante trabajo y su currículum asombra. Este médico deportólogo mendocino, que trabaja en el Sevilla de España, tras su paso por Independiente Rivadavia, Gimnasia y Esgrima y Maristas (en rugby), cuenta con argumentos suficientes como para llegar algunas páginas de testimonios.
Le transmitieron algunas anécdotas de Diego Maradona y Carlos Bilardo (ambos pasaron por el equipo sevillano en 1992) y él las cuenta. “Es un honor estar donde estuvo Maradona en los camarines, hoy trabajo con gente que estuvo con él y me cuentan miles de anécdotas”, dice.
Y sigue con su relato: “Me dicen que era una persona muy simple, sólo pedía que le vendaran los tobillos y a jugar.”.
Relata una imperdible: “Dicen que Bilardo enviaba a una persona para que viera la ruta desde la ciudad deportiva para que le avisara si venía Diego, que por supuesto se transportaba en una Ferrari. ¡Imaginate el sonido de ese bicho!”.
-¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar en Sevilla?
-En la ciudad de Sevilla compartí una cátedra con el doctor José Naranjo Orellana, jefe de médicos del Sevilla FC. Esa cátedra pertenece a Fisiología del ejercicio en un Master, en la escuela superior de medicina del instituto politécnico nacional en México DF. Y colaboré con el club en el Mundialito de Fútbol en Portugal en el mes de abril de 2012. Valoraron mi especialidad en medicina del deporte, experiencia en el fútbol y mi curriculum internacional y me ofrecieron ingresar en el servicio médico del Sevilla FC.
-¿Qué debiste cambiar de tu forma de trabajar?
-La adaptación fue sobre todo a la abundancia de materiales y recursos humanos. Por ejemplo tener una ambulancia siempre a pie de campo con todo el equipamiento necesario para una emergencia es vital para la práctica del fútbol, tanto en entrenamientos como en partidos. Y tener la posibilidad de usar maquinaria médica para diagnóstico y tratamiento para lesiones deportivas y para el fichaje de jugadores.
-¿Con qué futbolistas famosos te topás día a día?
-Con Navas y Negredo, de la selección de España, con los argentinos Fazio y Perotti, con el holandés Maduro, con el chileno Medel y con el alemán Trochowsky.
-¿Qué te dejó Independiente Rivadavia y qué amistades hiciste allí?
-Me dejó una buena experiencia, muchos momentos felices, la pasión de los chicos por el fútbol. Tengo excelentes recuerdos de profesores, técnicos, administrativos, coordinadores, utileros, personal de mantenimiento y directivos. Siento que no fue una faz completa, que podría haber hecho mucho más y colaborado a que el club ascienda a primera división del fútbol argentino.
-¿Cómo fue tu paso por la Lepra?
-Fueron años muy intensos, porque tenía que compatibilizar el fútbol, la docencia universitaria (UMAZA), viajes al exterior para impartir clases, consulta en la clínica privada (Arizu), mi familia, y cuando tenía momentos libres, mi pasión: el enduro y estar en esos lugares maravillosos que tiene la montaña mendocina.
-¿Qué te impactó más de la ciudad de Sevilla?
-El orden, la seguridad, infraestructura, los monumentos históricos, museos y la tecnología.
-¿Qué recordás de tu infancia? ¿Cómo llegaste a trabajar en el fútbol?
-Mi infancia transcurrió en un principio en Dorrego y luego en Godoy Cruz. Recuerdo jugar a la pelota con mis amigos en la calle, andar en la bicicleta (hasta llegamos al Carrizal, ni agua llevábamos!), el carrito de rulemanes y las bolitas. No sé si yo llegué al fútbol o el fútbol llegó a mí.
