El argentino Sergio Maravilla Martínez se consagró campeón del mundo mediano ante el mexicano Julio César Chávez (hijo).
La velada tuvo como escenario el Thomas and Mack Center de la Universidad de Las Vegas.
En el comienzo del combate los dos púgiles se estudiaron y casi no lanzaron golpes entre sí, mostrando Martínez un dominio en el recorrido del ring, mientras que Chávez intentó con una derecha frontal sin demasiada suerte.
La segunda vuelta el argentino colocó varios golpes con derecha y con un Chávez junior que de a poco tomaba la iniciativa de boxear, sin demasiado trabajo de ambos en la corta distancia, algo que favorece al azteca.
Nuevamente el movimiento del púgil entrenado por Pablo Sarmiento hicieron que el azteca no atacara en ningún momento del cierre del round.
Los brazos largos de Chávez Junior eran de dar problemas para Martínez, aunque el trabajo de cintura y movimiento de pies inquietaban la táctica del azteca.
La mano izquierda del argentino imponía respeto en el combate, ante un adversario que en todo momento buscaba derribar a su rival de “una mano”.
El cuarto round un derechazo a la cara de Martínez le hicieron sentir el rigor del azteca sobre el quilmeño, con la atenuante que su rival trabaja mejor la corta distancia, sin embargo el “golpe por golpe” finalizó con una mano tremenda de derecha ante elsonar dela campana.
El quinto un momento donde Martínez mostró su experiencia sobre un mexicano que no lanzaba golpes, donde no hubo muchas muestras de ataque para su rival.
En el sexto un “cuerpo a cuerpo” sin demasiadas emociones propusieron un ambos púgiles aunque con una diferencia, no solo en el estilo entre boxeadores, sino mostrando su estudio al detalle por el trabajo sobre el ring de Chávez junior, sin demasiado efecto.
La séptima vuelta una colocación efectiva de diferentes golpes por parte de Martínez ante un marcado y sangrante Chávez que marcaron el resultado del trabajo del argentino.
Pero el propio quilmeño probó la mano del azteca sin demasiado resultado para el hijo de Julio César Chávez, donde lo hacía por inercia y de "arremetida".
En el octavo y noveno round, un mexicano muy marcado y con muestras de cortes en el rostro, esperaba a que se equivocara Martínez, aunque sin demasiado resultados porque el quilmeño trabajaba con las piernas, dejando sin opciones de golpes al azteca en la corta distancia.
La décima vuelta Chávez y Martínez se trenzaron en una corta distancia, en la que ninguno sacó una ventaja considerable aunque con el argentino colocando dos derechazos "apichonaba" el ataque en vano del azteca.
Chávez junior fue a "quemar las naves" en la undécima vuelta con Martínez mostrando temple pero recibiendo alguna que otra derecha, a cambio una electrizante devolución de manos por parte del quilmeño demostrando estar mejor ante el dodécimo round.
La última vuelta con Martínez moviéndose por el ring y trabajando fuera de la corta distancia, aunque en la mitad del round Chávez le propinó un duro derechazo que "movieron las piernas" al argentino.
Pero luego Martínez mostró que esa equivocación fue recibida como un castigo en la “última ficha” para noquear al argentino, algo que el quilmeño aguantó heroicamente.