Durante el encuentro entre el local Luján Sport Club y el CEC no pasó nada, pero al momento de que el público se retirara hubo enfrentamientos entre hinchas locales y la policía, que también agredió a periodistas  

El Bajo Luján fue un caos

Por Franco Sánchez

[email protected]

En la cancha de Luján Sport Club se vivió una jornada negra para el fútbol mendocino. La violencia, los inadaptados y la incapacidad policial hicieron de una tarde futbolera un verdadero caos.

Dentro de la cancha se enfrentaron los locales y Club Empleados de Comercio, partido que los Comerciales ganaron por 2 a 1. Pero de eso poco se puede hablar ya que los incidentes luego del partido tomaron mayor protagonismo.

Al terminar el encuentro, se comenzaron a escuchar disparos de balas de goma y se veían las corridas en las inmediaciones entre efectivos policiales y algunos hinchas del Granate.

Los uniformados que estaban dentro del estadio ordenaron salir a todos los presentes, sin importar que los periodistas hacían las notas correspondientes.

De hecho, un efectivo les cortó las entrevistas a los trabajadores de prensa, simplemente por gusto.

Luego comenzaron a salir inadaptados de la zona del Bajo Luján y a fuerzas de piedrazos les dieron lucha a los uniformados y se adueñaron de la calle San Martín, único acceso al recinto granate.

Fue ahí cuando los pocos autos que quedaban en la playa de estacionamiento (de periodistas, jugadores locales y familiares) se embarcaron en una salida con mucho riesgo.

En calle San Martín, los malvivientes del Bajo comenzaron a apedrear los rodados, lo que dejó como saldo varios vidrios rotos.

Una cuadra más al sur, cuando los automóviles llegaron al lugar donde estaba el cordón policial se encontraron con que los encargados de la seguridad no querían brindar protección a los agredidos, ya que desde el norte seguían lloviendo los piedrazos de cinco o seis menores que solos le daban lucha a la policía.

Frente a la plaza departamental, un móvil policial se detuvo y al informarles a los uniformados que los ocupantes de los autos dañados eran periodistas, arremetieron contra ellos sin mediar palabras, argumentando que estaban alterando la ley.

La parte más fea se la llevaron la periodista Florencia Pescara, de Radio Noticias, y su novio, Fernando Videla. Ambos fueron agredidos por esos uniformados que siendo hombres no les importó darles golpes de puño a la mujer de prensa.

Otro de los periodistas en recibir la furia policial fue Ramiro Sáez, del mismo medio. Tanto Pescara como Sáez sufrieron daños en sus autos.

Así lo viví, por Franco Sánchez

La de ayer (domingo) fue, sin dudas, una de las peores tardes vividas en una cancha de fútbol. Me dio mucha vergüenza como ciudadano sentirme rehén de la misma fuerza policial y de cinco o seis inadaptados que nos tiraban piedras con una “honda o gomera”, a menos de un metro del auto.

De no ser por el vidrio, nadie sabe cómo hubiésemos salido de la cancha. Todavía no me explico cómo, buscando resguardo en la policía –es la que nos tiene que defender de los que realmente hacen disturbios– tuvimos que terminar huyendo de ellos porque nos agredían brutalmente. La gente que estaba en la plaza fue testigo del pésimo accionar de esos dos o tres uniformados que castigaban a trabajadores como ellos.

Lejos de dar una respuesta o aplicar la mano dura con quienes debían, nos ignoraron totalmente. ¿Es mucho pedir protección? Después tenemos que dar gracias por estar bien. Solamente queremos volver vivos y sanos a la casa. No es mucho pedir.

Fuente: Diario UNO Mendoza

 Embed      
La periodista Florencia Pescara fue golpeada por un policía.
La periodista Florencia Pescara fue golpeada por un policía.