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Los preparadores físicos Gabriel Pérez, Enzo Martínez y Pablo Rodríguez contaron vivencias de sus funciones claves en Huracán y Luján.

Los profes del ascenso

Por UNO

Son los que están detrás de escena, pero que tienen el peso de hacer que un equipo funcione en lo físico. Gabriel Pérez y Enzo Martínez (de Huracán Las Heras), y Pablo Ezequiel Rodríguez (de Luján Sport Club) fueron los preparadores físicos que hicieron posible que los técnicos Aldo Bolado y Juan Pablo Videla, respectivamente, tuvieran a todos sus soldados en condiciones.

A una semana de haber logrado el ascenso, los profesionales del deporte, que agradecieron a sus dirigentes, compañeros, hinchadas y familiares, manifestaron que su trabajo, además de ser uno de los más importantes en el rubro, debe alimentarse todos los días con información y tecnología.

“Hoy en día se va valorizando un poco más el trabajo de los preparadores físicos. Nosotros hacemos una planificación completa y en eso entra coordinar el sistema táctico del técnico, acercarte más al jugador, armar una alimentación para cada uno y explotar todo el potencial individual y en conjunto. Es un trabajo lindo, pero a la vez hay muchos que no saben lo que uno hace. Por eso hay que expresarlo”, argumentó Gabriel Pérez, quien también logró con el Globo el torneo liguero en el 2009.

“Yo arranqué con el profe Gabi (Pérez) y le voy a agradecer siempre esto. Pusimos en marcha un trabajo que no se había hecho antes en Huracán. Logramos poner a todos en el mismo nivel y después se vieron los resultados. En la final el equipo estuvo los noventa minutos activo. Sin una buena preparación, por ahí eso no pasaba”, agregó Enzo Martínez, que llegó a Huracán tras hacer las inferiores en Gutiérrez y Maipú.

El profe granate, Pablo Ezequiel Rodríguez, también comentó cómo fue que su equipo se mantuvo de pie.

“Teníamos que arrancar con todo y por eso se hizo una planificación en la pretemporada para que todos pudieran estar bien en la primera fecha y no después, como suele pasar. La base de la alimentación fue fundamental. Por suerte, pudimos levantar un departamento”.