La campeona mundial supergallo (interina) AMB visitó la redacción de UNO tras la excelente victoria ante Yolis Marrugo.

“Lo del viernes fue como un volver a empezar”

Por UNO

Relax. Yésica, quien retuvo su corona el viernes al noquear en 8 vueltas

a Yolis Marrugo, pasó por nuestra redacción y charló de todo. Foto: Juan Manuel

Ábalos/UNO

La Yesi volvió, retuvo su corona mundial supergallo de la AMB (venció a Yolis Marrugo), convocó, otra vez a 25 mil espectadores, y se atreve a soñar nuevamente porque sabe que de las

caídas se aprende.

Yésica Marcos, el día después, se prestó a una extensa entrevista en nuestra casa.

-Durante la cena, post pelea, hubo  muchas anécdotas, sobre todo de cuando te hiciste

profesional...

-Uno de los tantos recuerdos que tengo es que cuando empecé no teníamos ni para comprar ropa

nueva para las peleas. Boxeaba con la misma que lo hacía de amateur (falda celeste y top azul con

blanco marca Corti). Creo que recién para la tercera pelea pudimos cambiarla.

-Eso da muestra del sacrificio que tuvieron que hacer...

-Hice peleas profesionales donde no cobré nada porque todo lo que consiguió mi equipo fue

para pagar los gastos. Ellos se movían mucho para que yo pudiese pelear en ese tiempo (en 2008 hizo

6 peleas entre setiembre y diciembre). Fue muy sacrificada esa etapa. Pero de a poco va cambiando.

Dios quiera que el momento en el que estoy ahora no se termine nunca.

-L exitosa defensa del viernes, en lo personal ¿fue una revancha, porlo que te pasó hace unos

meses (perdió un embarazo)?

-No lo tomo como una revancha. Creo que fue una gran oportunidad para que Yésica volviera a

aparecer. También lo siento como algo que me dio el empujón para volver a lo que yo quería, que era

boxear. Hubo un tiempo en el que pensé que no iba a seguir más. Esta pelea me dio las fuerzas para

darle hacia adelante.

-Después de haberle dado una paliza a Marrugo, ¿sentís que estás para dar mucho más?

-Sí. Hay que entrenar firme y lograr a estar como lo estaba antes.

-Bueno, pero el entrenamiento que realizaron para esta pelea fue óptimo...

-Estuvo muy bueno. Pero imaginate esto: si vos a eso le agregás lo que yo tenía antes del

problema creo que no hubiese rendido el cien por ciento, si no el doble.

-Muchos dicen que fue tu mejor pelea, ¿sentís que fue así?

-Lo fue. Venía de una larga inactividad y eso no se notó arriba del ring. Sentí que fue como

un volver a empezar.

-Por ahí antes daba la sensación de que en peleas anteriores tenías todo para definir y te

daban lástima tus rivales. Ante Marrugo, eso no se vio...

-Lo que pasa es que ahora ya conozco bastante lo que es estar arriba del ring. Entonces te

das cuenta de que la rival que tenés enfrente si te puede tirar te tira. Las peleas, si se puede,

hay que definirlas.

-Tu profe dijo que en el octavo round se terminaba...

-Me conoce. Además, durante la pelea vio mejor que nadie que las manos comenzaron a entrar.

-En la previa, ¿pensaste que la colombiana podía dar un poco más?

-Ella es una chica fuerte, pero yo puse todo lo mío durante la pelea. En algunas partes tuve

que cuidarme porque se venía mucho con la cabeza. Son cosas que te enseñan. Creo que con cada

boxeadora que peleo aprendo un poco más.

-El 11 de diciembre, en el Luna Park, se presenta como una fecha tentativa para otra

aparición de Yésica Marcos, aunque se deben evaluar muchos puntos ¿tenés ganas de ir?

-Obvio. Estoy con un problemita ahora. Tenemos que ver porqué me hincho tanto tras las

peleas. Espero que esta semana el cuerpo me responda bien. Si no se da, será en enero o febrero. No

vamos a ir a sacrificar el físico.

-¿Ya anduviste caminando por las calles de San Martín?

-Todavía no he tenido la posibilidad de salir. Hoy (por ayer) me la pasé durmiendo. Tal vez

cuando vuelva camino un poco para ver si se me deshinchan las piernas.

-Tu entrada al ring fue emocionante, ¿sentiste el apoyo de tu gente?

-Estuvo buenísimo. No sé a quién se le ocurrió, pero estuvo perfecto porque sentí el cariño

de la gente. Además, sentí que al pasar por entre medio de ellos, fue retribuirles todo el apoyo

que me brindan.

-En ese momento, ¿escuchabas lo que te decían o la cabeza estaba puesta en Marrugo?

-Sólo pensaba en las cosas que me dijo el Martín (Díaz) antes de salir. En tener cuidado, en

caminar bien el ring. Estaba muy concentrada.

-¿Tomaste conciencia de que convocaste, una vez más, a 25 mil personas?

-Yo antes de subir al ring salí del camarín, me di una vuelta y vi que estaba hasta el moño

(risas). Cuando volví me preguntaron si estaba nerviosa, pero la verdad es que estaba muy

tranquila.

-¿Podemos confirmar que tenés nervios de acero?

-Yo arriba del ring hago lo que tengo que hacer, pero eso estoy tan tranquila cuando peleo.

Me meto en todo lo que trabajamos en la previa. Una vez que me bajo, ahí sí saludo a la gente, me

saco fotos y respondo todos los pedidos de mi gente.

-Cuando estás en plena pelea, con mucha gente gritando y alentando, ¿cómo hacés para

escucharlo a Martín?

-Es como que te acostumbrás a eso. Mis oídos están metidos en mi rincón, aunque por ahí

también trato de escuchar lo que le piden a mi rival desde el otro.

-¿Acuña u Oliveras?

-Ambas. Acuña por el hecho de que es mi ídola y me encantaría cumplir el sueño de poder

pelear con ella, sea cual sea el resultado.

-¿Y la Locomotora?

-Que venga, yo estoy preparada para todo. Aparte anda hablando de mí (Oliveras le hizo un

desafío público).

-¿Cómo te imaginás una pelea contra ella?

-Yo tendría que trabajar con un poco más de potencia. Ella tira muchos voleados, pero es muy

lenta.

-Vos te conocés, ¿le ganás a Oliveras?

-Y, si le ganó la Tigresa, ¿por qué no le voy a poder ganar yo?

En familia. Yésica vino acompañada por Martín Díaz, la pequeña Alma,

Martina, Gisela y Matute. Foto: Juan Manuel Ábalos/UNO