Boca cerró un gran año, que arrancó complicado pero terminó con la obtención del campeonato local y la Copa Argentina, y la vara ahora estará alta para Rodolfo Arruabarrena quien, sin dudas, apuntará en 2016 a la Copa Libertadores.
La llegada de refuerzos es un tema que aún está bastante "verde". Jonathan Silva fue el primero en arribar al "nuevo" Xeneize, mientras que aún aguardan por la llegada de Daniel Osvaldo, quien ya se encuentra de vuelta en el país.
Sin embargo, esta no es la única "lista" que preocupa al plantel del Vasco: también están aquellos que no seguirán en el club, ya sea por razones personales, profesionales o, en el peor de los casos, por ser considerados "prescindibles".
José Pedro Fuenzalida fue uno de los primeros en dar el portazo. Su continuidad no fue solicitada por el entrenador. El relegado Leandro Marín tiene contrato vigente con el club, aunque la intención es transferirlo (venderlo o cederlo a préstamo).
Federico Bravo es otro futbolista que tiene las valijas armadas: Arsenal, Huracán y Belgrano estarían interesados en el mediocampista.
El delantero Sebastián Palacios ha manifestado su decisión de abandonar la institución de mantenerse la escasa continuidad que tuvo este semestre, y la intención es jugar en el exterior.
Fabián Monzón, a préstamo hasta el 31 de diciembre, pretende quedarse en el club sólo si no llega ningún refuerzo. Luciano Acosta ya fue avisado: no será tenido en cuenta por el Vasco y, además, debe regresar a Estudiantes.
El préstamo de Chiqui Pérez se terminó y Belgrano inició conversaciones para renovarle el contrato. Sin dudas, habrá muchas caras nuevas en el Boca modelo 2016.