Campeón de la Liga. En 2014, Fray Luis Beltrán volvió a competir por el torneo doméstico, luego de diez años de ausencia. Y en esta temporada, con los pibes del pueblo, se coronó el mejor del Apertura.

Resurgió de las cenizas

Por UNO
Si alguna vez viste la película Luna de Avellaneda, la historia de Fray Luis Beltrán tiene muchas similitudes. Un club devastado y que estaba desaparecido del mapa comenzó su resurrección en el 2009 hasta llegar a este presente de ganar el Apertura de la Liga Mendocina.

Ese año el actual presidente, Javier Amar, más algunos pocos decidieron dar vida al club del pueblo. Los primeros pasos fueron ordenarlo administrativamente. El rearmado fue completo porque el Fraile había jugado por última vez en la Liga Mendocina hacía diez años.

Desde ahí estuvo abandonado hasta que lo “agarraron” los actuales directivos. De a poquito se fueron armando algunas disciplinas y reclutando chicos para formar las inferiores. El sueño comenzó a tomar forma recién el año pasado, cuando Beltrán regresó a la competencia en la liga local.

Bajo la dirección técnica de Milton Salas más el aporte de los chicos del pueblo el Fraile afrontó el torneo de la Primera B, donde se consagró para disputar el torneo en la máxima división.

Con la misma premisa de siempre y con el aporte de los pibes sorprendió al coronarse el mejor el domingo pasado al vencer a Luján Sport Club en cancha de Murialdo y desatar toda la alegría del pueblo beltranino.

Como yapa Beltrán ya se había clasificado a la próxima edición del Federal C, que se iniciará a fines de enero; por primera vez disputará un torneo organizado por el Consejo Federal.

Todo muy rápido para un club que pensaba en mantenerse un tiempo en la Primera A y después aspirar a pegar el salto. Es un nuevo desafío para los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores que todavía no logran despertarse de este sueño y ahora deben bajar a la tierra para afrontar otro certamen en el que deben tener mayor presupuesto. 

“La idea fue devolver el fútbol al pueblo”

El presidente del Fraile, Javier Amar, fue uno de los principales protagonistas de que esta historia terminar en final feliz. Junto con un pequeño grupo de gente sacó el club a flote. “Comenzamos con los papeles y la parte administrativa. Fue un momento complicado porque casi perdemos hasta la personería jurídica.

La idea siempre fue devolver el fútbol al pueblo, a pesar de haber empezado con otras disciplinas. Sin un mango y sin categorías formadas. Lo encaramos con Bosco, nuestro vicepresidente, y acá estamos”, manifestó Amar tras la consagración del domingo.

“En menos de un año conseguimos formar las inferiores y pedimos plata prestada para pagar la reafiliación. No nos da la cabeza para procesar tanta información de lo que hemos vivido este año. Ni el más optimista de los optimistas pensaba que íbamos a tener este presente. Lo nuestro era muy sencillo y era devolverle el fútbol a la institución”, dijo.

 Un plantel con gente de la casa y que hace todo a pulmón le devolvió una sonrisa al hincha de Beltrán.

“Estos chicos nos demostraron que son unas bestias porque comenzaron ganando todo. Nos entramos a mirar entre nosotros y no lo podíamos creer que ganaran y ganaran”, aseguró.

Se viene el Federal C y van por otra hazaña. “Esperemos estar a la altura de lo que está por venir. Ya no nos asusta nada pero todavía no tenemos nada definido. Estamos buscando espónsores”, expresó