Los habitantes de Madeira, lugar de origen de Cristiano Ronaldo, en donde tiene instalado el museo que recopila todos los logros de su trayectoria deportiva, amaneció con una desagradable sorpresa. La estatua de bronce que Funchal levantó para CR7 como "hijo predilecto" apareció pintada con el nombre de Leo Messi y el número 10 en la espalda.
La estatua está situada en la entrada del museo que lleva el nombre del futbolista del Real Madrid y que gestiona su hermano Hugo. El descubrimiento de la pintada causó indignación entre los habitantes del lugar, y especialmente en la hermana del jugador, Katia Aveiro, que generó mucha polémica en sus manifestaciones: "Han sido unos salvajes que deberían vivir en Siria", fueron las palabras poco afortunadas que recibieron también la desaprobación general por su tinte xenófobo.
El hecho tuvo lugar horas después de que Messi ganara el Balón de oro y en un momento en el que las relaciones del jugador con la afición del Real Madrid no atraviesan por su mejor momento.