El moderno estadio platense se estrenó en la Rugby Championship para el choque de Los Pumas ante Nueva Zelanda, y repetirá en la edición 2013, cuando los argentinos reciban nuevamente a los All Blacks.
Por Juan Pablo García/Enviado especial de UNO a La Plata
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Por primera vez en su historia, el imponente estadio Único de La Plata (o Ciudad de La Plata) fue sede de un partido de Los Pumas y todo indica que volverá a serlo en 2013 ya que extraoficialmente se comentó que en 2013 esta ciudad recibirá nuevamente el choque entre Argentina y Nueva Zelanda, aunque en este caso sería por la última fecha del segundo Rugby Championship.
El moderno escenario bonaerense presentó un marco espectacular y sus comodidades dejaron más que conformes a todos los involucrados en la organización, y aunque tendrá que esperar un año más, también será anfitrión de una etapa del Circuito Mundial de seven, evento para el que ya había sido designado este año, aunque finalmente fue cancelado.
En los últimos años la ciudad de las diagonales se ha convertido en una verdadera capital del rugby nacional con la realización de distintos eventos y el crecimiento exponencial que han tenido los clubes platenses, entre los que se puede nombrar a Los Tilos y San Luis, dos instituciones que aprovecharon su cercanía con el estadio para que sus instalaciones sirvan de estacionamiento y también para realizar una previa con más de 400 hinchas neocelandeses.
Esta semana La Plata se llenó de rugby, se inundó de carteles promocionando el partido y fue una excelente anfitriona del que algunos consideraron el máximo evento deportivo que se realizó en el país durante este año. Todos estuvieron muy conformes con la organización y así lo dejaron ver los gestos sonrientes de los máximos dirigentes de la UAR, el propio Agustín Pichot y el gobernador de
Buenos Aires, Daniel Scioli, quien llegó acompañado por su esposa Karina Rabolini.
Desde temprano el estadio de la capital bonaerense se fue poblando, en un clima festivo que nada tiene que envidiarle a los que se generan en los grandes partidos internacionales. Solo algunos “estafados” con entradas truchas en la reventa tuvieron algo que lamentar mientras el grupo Agapornis, fue contagiando los que desde un par de horas antes fueron ocupando las tribunas.
